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miguel.pallares@eluniversal.com.mx
La megafusión farmacéutica más grande de la historia protagonizada por la estadounidense Pfizer y la irlandesa Allergan podría dar mayor poder de negociación al nuevo gigante en México frente a las instituciones de salud públicas, advierten especialistas.
El problema cuando surge un gigante de esta naturaleza, explicó Guillermo Carrasco , investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), es que el poder económico genera ciertas prerrogativas y causa que las multinacionales tengan más ventajas en negociaciones para compra o venta de productos.
“Puede tener un impacto en la negociación con los mayoristas y distribuidores, será un factor de presión tanto para los canales de distribución como en los segmentos de mercado y las instituciones de salud”, manifestó.
Guillermo Herrera, catedrático de la Universidad Iberoamericana, previno sobre profundizar el análisis relacionado con la competencia en medio de los cambios regulatorios generados por el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés).
“Necesitamos ver cómo afectará la diversidad de competencia en la industria, sobre todo ahora con el TPP que a la vista trae una restricción a los medicamentos genéricos, veo positivo si se generan economías de escala y productos accesibles, pero habrá que analizar si la concentración da ventajas para el consumidor”, indicó.
Los especialistas coincidieron en que los efectos en el mercado mexicano serán indirectos tras la megafusión y la Comisión Federal de Competencia Económica deberá vigilar.
Por el contrario, Antonio Caso, presidente del Colegio Mexicano de Farmacoeconomía, señaló que la megafusión podría representar menores precios en medicamentos e incluso traer nuevas terapias al país.
“Una fusión de este tipo no puede necesariamente aumentar precios, e incluso puede ir a la baja por los ahorros en costos, esto puede abaratar los productos de Allergan”, manifestó.
En los últimos cinco años, Pfizer se ha mantenido en los primeros lugares de ventas en la industria farmacéutica mundial, en medio de un periodo de pérdida de patentes como Viagra en 2013 y desinversiones. Para 2014, ocupó el segundo lugar en ingresos a escala global y el primer sitio fue Novartis.
En 2010, las ventas de Pfizer ascendían a 65 mil millones de dólares (808 mil millones de pesos a un tipo de cambio de 12.4 pesos), mientras que el mercado mundial por venta de medicamentos representaba 880 mil millones de dólares, de acuerdo con reportes de la firma y la consultora IMS Health.
De 2010 a 2014, la contracción en ventas para la compañía que dirige actualmente Ian Read llegó a niveles de 10% y en 2014 todavía se mantuvo una baja de 4% en facturación.
Los ingresos de la multinacional pasaron de 65.1 mil millones de dólares en 2010 a 49.6 mil millones de dólares al cierre del año pasado, una baja de 15.5 mil millones de dólares.
Para Allergan, una compañía especializada en comercialización de genéricos, biosimilares y productos de libre venta (OTC, por sus siglas en inglés), la historia en ventas fue lo contrario.
En los últimos cinco años, la empresa pasó de facturar 3 mil 566 millones de dólares a 13 mil millones de dólares en 2014, un crecimiento de 266% o multiplicarse más de tres veces. Una de las principales razones han sido las fusiones y adquisiciones de la empresa, la más reciente con Actavis en 2015.
Este año, Allergan afirmó que era el tercer mayor fabricante de genéricos en Estados Unidos y mantenía una posición entre los cinco laboratorios líderes en 20 mercados internacionales.
Cambios en México. La fusión acordada entre Pfizer y Allergan, valuada en 160 mil millones de dólares, generará una compañía con ventas de 64 mil millones de dólares en 2015, lo cual reposicionará al nuevo gigante empresarial en el primer lugar en ventas de la industria global. El nombre será Pfizer PLC, tendrá su sede Irlanda y su director general es Ian Read.
“Esta es la transacción más grande de la historia del sector farmacéutico y constituirá a la empresa más grande en este mercado”, destacó Saúl Villa, socio líder de asesoría en fusiones y adquisiciones de KPMG en México.
Para dar una perspectiva, las ventas de la nueva farmacéutica en pesos ascenderán a un billón 62 mil millones de pesos, lo que representa tener el control de 6% del mercado total de medicamentos a nivel mundial.
Los ingresos de la empresa combinada son semejantes a la suma de ventas de Walmart de México y Centroamérica (440.9 mil millones de pesos), Fomento Económico Mexicano (263.4 mmdp), Grupo México (137.2 mmdp), Coca-Cola FEMSA (147.2 mmdp) y Televisa (80.1 mmdp) en 2014.
De acuerdo con una presentación a inversionistas de Pfizer, el nuevo gigante tendrá una expansión hacia dermatología, cuidado de los ojos y estética, además de tener productos en varias categorías que Pfizer dominaba.
“Los portafolios de ambas empresas son complementarios, no son iguales, por lo que no estarán compitiendo en las mismas áreas. Pfizer tiene algunos productos de tipo oftálmico pero no se empalma con Allergan”, comentó Guillermo Carrasco, del ITESM.
Pfizer tiene un portafolio que incluye diferentes áreas terapéuticas como oncología (cáncer), cardiovascular, vacunas, oftalmología, consumo, dolor e inflación, enfermedades infecciosas y respiratorias. Las ventas de la empresa van desde productos de patente y hasta la línea de genéricos Pfizer Vitales.
En el caso de Allergan, la participación de la compañía en México consiste en productos de oftalmología, dermatología, estética y el sistema nervioso central. El producto manufacturado por Allergan más identificado por los consumidores es Botox, utilizado para la reducción de las arrugas.
En el mercado mexicano, Pfizer mantiene el liderazgo en el segmento privado, es decir, aquellas ventas realizadas de forma directa a distribuidores, farmacias y consumidores, dijo la empresa a EL UNIVERSAL. Cabe decir que hay otro segmento denominado mercado de gobierno, que se deriva de las ventas a las instituciones.
En México, la estadounidense tiene una planta en Toluca, Estado de México, donde produce diversos medicamentos como Viagra y Lipitor. Desde nuestro país, Pfizer atiende la demanda de medicamentos de 34 países de América Latina y el Caribe, y emplea de manera local 2 mil colaboradores.
“El volumen total de producción será de casi 62 millones de unidades anuales en 2015, con capacidad instalada total de 110 millones de unidades. El 65% de la producción total es para el mercado nacional, mientras que el restante 35% se destina a mercados de exportación”, comentó el corporativo dirigido en México por Aldo Rees.
Para Raúl Feliz, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el impacto de la transacción en México no será relevante, ya que la operación tiene como foco principal razones financieras que buscan un ahorro en el pago de impuestos de 35% a 12%, además de que Allergan es quien compra a Pfizer para establecer la nueva empresa en Irlanda.
“No creo que haya un impacto importante para los consumidores, la estructura de las empresa se quedará como está, no espero un gran efecto en la competencia ni algún impacto sobre el mercado mexicano”, expuso.
Industria consolidada. A escala global, los mercados atraviesan por un periodo de consolidación, los jugadores en diferentes sectores económicos buscan oportunidades a través de fusiones y adquisiciones. La industria farmacéutica no ha sido ajena y representa cerca de 11% de la concentraciones a nivel mundial, indicó KMPG.
“La industria farmacéutica es una industria en proceso de consolidación desde hace años. Es una forma rápida de entrar a mercados, evita iniciar de cero y este crecimiento es más rápido que hacerlo de manera orgánica”, explicó Saúl Villa de KMPG en México.
En los últimos años, corporativos de talla mundial como Merck, Johnson & Johnson, GSK y Novartis han concretado acuerdos de compra-venta de diversos negocios con otros de sus pares. En México, la empresa israelí Teva Pharmaceutical recién compró a la mexicana Representaciones e Investigaciones Médicas (Rimsa) este 2015.
“Las fusiones y adquisiciones son estrategias que requieren seguimiento y una base importante de revisión, de integración de culturas organizacionales para fluir, entonces vamos a observar como van avanzando en el país y en el mundo”, comentó Ignacio García Téllez, director de deals del sector salud de PwC México.