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Hasta hace algunos años, estudiar un MBA (una maestría en administración de negocios por sus siglas en inglés) se mostraba como la panacea para aquellos que querían mejorar sus condiciones laborales, tanto aumentar niveles en su puesto como también ganar más dinero.
Pero, hoy en día, ¿Qué tanto es cierto esto hasta el día de hoy? La realidad es que estudiar un MBA es todavía algo que acelerará el desarrollo profesional y el crecimiento del salario pero no tan rápido como lo hacía antes.
Por ejemplo, el salario. Businessbecause.com, una red que se dedica a conectar a estudiantes de MBA alrededor del mundo, hace un estudio al respecto del aumento de sueldos que implica el cursar uno de estos programas y sostiene que si bien su estudio tradicionalmente proveía un retorno lucrativo de inversión a los ejecutivos que lo tomaban, hoy el incremento de salarios está en declive, sobre todo después de la crisis económica mundial de 2009.
Con base en datos recopilados por el Financial Times en sus MBA Rankings, el portal hace una comparativa: aquellos que se graduaron de un MBA de tiempo completo en 2011 ganaban 92% más de lo que lo hacían antes de estudiar, sin embargo, este porcentaje era mucho más alto, de 153%, para aquellos que lo hicieron en 2002 o 2003, años en los que el estudio de un MBA era visto como la solución de muchos ejecutivos.
Los retos
Varios expertos coinciden en que el MBA ha tenido grandes desafíos. “Estamos compitiendo con el mercado laboral. Es verdad, hay dos cosas reales: la primera, el costo de la inversión del MBA ha crecido y la segunda, la oportunidad laboral saliendo del MBA es cada vez más competida”, asegura Ricardo Murcio, director del Full-time MBA en IPADE Monterrey.
Al respecto, el análisis de Businessbecause.com sostiene que los managers son cada vez más reticentes a dejar sus carreras y abordar la responsabilidad financiera de perder sus sueldos y tener que pagar cuotas escolares. En este inconveniente coincide Murcio: a los ejecutivos les cuesta tomar la decisión de dejar de ganar dinero. El análisis enuncia un problema: “El crecimiento de la formación en línea se ha convertido en uno de los problemas de un MBA”.
Kurt Badenhausen, del staff de Forbes, explica en la presentación de su ranking anual de 2015 sobre los MBAs que representan un retorno de inversión más rápido, cómo hoy estudiar uno no es lo mismo que lo que era antes, sobre todo después de la crisis financiera mundial.
“Decepcionante. Horrible. Terrible. Este tipo de comentarios son de más de 4 mil encuestados de la clase de MBA 2010 describiendo sus perspectivas de empleo después de graduarse”, asegura. Lo que el periodista explica es que después del colapso de los gigantes financieros Lehman Brothers y de Bear Stearns, las oportunidades para egresados de este tipo se diezmaron. “Muy diferente de finales de 1990, cuando tener un título de una de las 50 escuelas top de negocios casi te aseguraba un trabajo sólido y un sueldo saludable”, dice. Al final, estos graduados sí recuperaron su inversión (matrícula y dos años de salario perdido) y el tiempo que les tomó para hacerlo fue de 4 años. Lo que sí es que ese tiempo se ha extendido. La generación de 2008 lo recuperó en 3.7 años pero la de una década antes lo hizo en 2.7 años.
Qué dicen las empresas
Lo que es cierto es que a niveles altos los empleadores siguen valorando una maestría de este tipo. Alrededor del mundo 96% coinciden en que una escuela de negocios crea valor para sus compañías e incluso 68% concuerda en que contratar a colaboradores con un grado de este tipo es una prioridad en los planes de su empresa, de acuerdo con la encuesta de empleadores de 2014 realizada por el Graduate Management Admission Council.
La conclusión de este estudio va en consecuencia: “La demanda de contratación continúa es una constante para los recién egresados de alguna maestría en negocios que puedan aportar los conocimientos necesarios, la preparación y la experiencia en el mercado”.
La realidad es que el estudio de un grado de este tipo trae una propuesta de valor para todos, no sólo para estos empleadores que siguen con la idea de contratar a quien egrese de estos masters sino también, por supuesto, para aquellos que los estudian. Aquellos encuestados por el GMAC atribuyeron el éxito de sus carreras al estudio de un programa de educación como éstos. “El MBA sigue siendo un diferenciador muy importante”, explica el director del IPADE.
Las cifras ayudan más a entender la perspectiva de los egresados. Nueve de cada 10 alumnos dicen que este grado incrementó sus sueldos, y de hecho, la gran mayoría de ellos recomendaría a otros estudiar un programa de negocios (93%). De acuerdo con el conteo de la GMAC, hasta 2014 existían más de 5 mil 700 programas únicos alrededor del mundo especializados en negocios, lo cual obliga a que estas instituciones entren en un entorno competitivo. “Este concurrido mercado requiere que las escuelas de negocios den a conocer la información acerca de sus programas en formas que demuestren cómo van a ofrecer valor a los estudiantes personal, profesional y financieramente”, explica el estudio “mba.com Prospective Students Survey”.
Al tomar la decisión
Un aspecto importante que tiene que tomar en cuenta quien quiere estudiar una maestría de este tipo es el tiempo de experiencia que se tiene antes de entrar. “Es muy importante este tiempo de experiencia para realmente hacer crecer el valor de la inversión, si tu experiencia previa es menor, las oportunidades al terminar el programa también serán menores”, explica Murcio. Lo recomendado es que se tenga al menos tres años de experiencia.
Si estás por tomar esta decisión y tienes miedo de encontrar empleo al momento de salir de estudiar, ten en cuenta que este tipo de escuelas suelen tener un área especializada que te orientará al hacer esta búsqueda. En el caso del IPADE, tiene 93% de contratados a los tres meses de haber salido del programa.
Entre las recomendaciones al escoger uno es que te plantees si estás dispuesto a ser el responsable de una organización, porque si no es así, no verás de regreso tu dinero.
“Si no estás dispuesto a ser ese líder entonces no tendrás el retorno de tu inversión. Si lo vas a estudiar para no usarlo, va a ser una inversión muy cara”, explica Murcio.
Otro consejo es que evalúes cuidadosamente los programas de cada escuela porque cada una tiene su orientación y vocación particular. “
Es importante que no elijan a dónde va la mayoría. Escoge la escuela que realmente se relaciona con tu forma de ver al mundo de los negocios y tu estilo de aprendizaje, estudia bien la oferta”, explica Murcio.