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Pese a los rumores de un concurso mercantil y al endeudamiento de la empresa, la directora general de Ingenieros Civiles y Asociados (ICA), Guadalupe Phillips Margain, asegura que la constructora opera de manera eficiente, está ganando nuevas obras y con el tiempo logrará un acuerdo con sus acreedores.
Phillips lleva año y medio en ICA, primero como directora de Reestructura y hace seis meses fue nombrada directora general en sustitución de Luis Zárate, quien falleció de cáncer.
Lupe, como prefiere que la llamen, es abogada con un doctorado en negocios enfocado a mercados de capital y finanzas. Antes de entrar a ICA trabajó en la empresa de energía Enron y 16 años en Televisa, donde participó en la reestructura de la televisora desde un ángulo operativo y en Univisión.
Su esposo trabajó 20 años en la constructora y así nació la relación de amistad con la familia Quintana. Fue justamente Bernardo Quintana Isaac, el presidente del Consejo de Administración de ICA, quien la invitó a hacer la reestructura de la compañía.
“Me dedico a curar empresas, soy ese tipo de doctor”, dice Phillips, en entrevista con EL UNIVERSAL.
Su principal encomienda al aceptar reestructurar ICA fue hacerla eficiente y ganadora de nuevas obras.
“Llegué a una empresa que estaba en una situación financiera muy complicada, había muy poca liquidez, los proyectos operaban a un ritmo muy lento y lograbas cobrar simplemente para cubrir tu costo fijo”, explica.
“Lo primero que tuvimos que hacer fue recortar la empresa a algo que fuera manejable y de ahí viene el recorte tan dramático del año pasado”.
En 2016 se despidió a una generación de vicepresidentes y altos ejecutivos, se consolidaron áreas duplicadas, las oficinas centrales de Torre Esmeralda, en Polanco, se trasladaron a un edificio más modesto en avenida Patriotismo y se redujeron costos.
“Desde el punto de vista de cómo era la pirámide organizacional de ICA, en esencia lo que hicimos fue la colapsar la estructura”, explica Phillips.
Al cierre de 2016, ICA empleaba aproximadamente a 14 mil 572 personas. Actualmente son 8 mil.
Deuda
En el primer trimestre de 2017, la deuda de la constructora se ubicó en 65 mil 151 millones de pesos.
Los mayores tenedores de deuda son inversionistas extranjeros a quienes les vendieron tres bonos con vencimiento en 2017, 2021 y 2024.
Guadalupe Phillips detalla que están resolviendo el tema de los bonos, sobre todo con el grupo liderado por Fintech, pero hay otros tenedores con los que no ha hablado.
“Hay muchos tenedores de deuda con los que no hablamos y no nos han buscado. Están allá afuera y no sé quiénes son. Estos bonos se colocaron en el extranjero y pueden estar en la cuenta de mucha gente”, asegura.
El año pasado, Fintech le dio a ICA un crédito por 215 millones de dólares, con vencimiento a tres años.
El préstamo está garantizado con contratos de prenda sobre acciones de empresas subsidiarias que incluyen las acciones de control de Grupo Aeroportuario Centro Norte, los proyectos de infraestructura de reclusorios, la concesión del Macrolibramiento de Querétaro y otras subsidiarias de Ingeniería y Construcción, por lo que Fintech puede quedarse hasta con 40% del capital social de la firma, si no pagan.
Phillips explica que la deuda de ICA creció cuando la estrategia de la compañía fue crecer en el extranjero.
“ICA estuvo sola en el sector durante muchos años, décadas, era la empresa más grande y poco a poco se fue fragmentando el mercado, empezaron a crecer las empresas más chiquitas”.
“Y empezaron a operar concesiones en Colombia, Panamá, Perú y todo eso requiere capital, se fueron apalancando para comprar una constructora en Estados Unidos, tenían dos empresas en Perú y una la perdieron a acreedores, la otra la mantienen, pero muchos de estas concesiones requieren inversión. Dejaron de ganar contratos en México y se complicaron la cosas”, expone la directora general.
Concurso mercantil
Phillips no descarta la posibilidad de entrar en concurso mercantil, pero la prioridad es arreglar la empresa.
“Todas las empresas del mundo tienen la posibilidad de resolver sus pasivos a través de un concurso mercantil y es algo común. De ICA se especula mucho, yo prefiero no especular, es un tema que vamos a negociar con los acreedores y cuando tomemos una decisión será del dominio público.
“Es una posibilidad porque así funciona esto. Vamos a tomar la decisión que sea mejor para ICA, para que sobreviva como empresa y siga siendo la empresa mexicana de infraestructura que ha sido durante 70 años”.
Nuevas obras
Siendo una empresa más ligera, ICA pudo adjudicarse nuevos contratos de obra y concluir algunos pendientes.
“Tenemos muchos proyectos y socios, diversas realidades, vamos ganando obra nueva y ejecutando nuevos negocios. Tenemos proyectos de años anteriores, no todos son rentables, pero los vamos a terminar”.
En mayo, la constructora concluyó el Macrolibramiento de Querétaro (Autopista Palmillas-Apaseo El Grande), una concesión que ICA operará durante 30 años y en donde invirtió 9 mil 359 millones de pesos.
La autopista de 86 kilómetros con cuatro carriles incluye nueve intersecciones, 29 pasos vehiculares elevados y deprimidos, así como 15 puentes principales.
ICA también ganó la licitación para construir la losa de cimentación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en consorcio con otras empresas mexicanas. Un contrato por 7 mil 556 millones de pesos.
También se encargará de construir dos túneles del Tren Interurbano México-Toluca, un hospital del ISSSTE, el Centro de Investigación de Aguas Profundas en Veracruz, y concluirá el Túnel Emisor Oriente en 2018.
ICA Flúor, la división industrial, tiene proyectos con Pemex como la reconversión de la refinería de Tula, obras de minería, construcción de plantas de polietileno y buscarán oportunidades con la reforma energética.
Gobierno
Guadalupe Phillips Margain menciona que tanto el gobierno federal como algunos gobiernos estatales y extranjeros le deben dinero a la empresa de obras que concluyeron en el pasado y no han podido cobrar por trámites y cambios de administración.
“Tenemos muchas cuentas por cobrar de proyectos del pasado que no fueron bien documentadas y no había lugar para cobrarlas. Otras por documentación insuficiente las hemos ido cancelando y otras seguimos haciendo un esfuerzo para cobrar.
“Cuando cruzas una administración cada día se vuelve más complejo cobrar por muchas razones, los presupuestos públicos no tienen reservas de proyectos de antaño”, dijo Phillips.
Los gobiernos de Colombia, Panamá y Perú también le deben a ICA. El gobierno mexicano aún adeuda trabajos de la Línea 12 del Metro, hospitales del IMSS y proyectos carreteros.
Por falta de liquidez, la empresa tuvo que devolverle al gobierno la concesión de la autopista Barranca Larga-Ventanilla en Oaxaca, una autopista de 104 kilómetros cuyos costos adicionales ocasionados por problemas sociales, ambientales y estudios actualizados de tráfico diario esperado hicieron el proyecto inviable financieramente.
En 2016, la constructora vendió activos por 6 mil 831 millones de pesos para tener mayor liquidez, siendo las transacciones más importantes la venta de acciones de OMA, la viviendera ViveICA e ICA Hidro III.
“No es una empresa muerta, es una empresa que está ganando obra, estamos concluyendo proyectos”.
“ICA es una empresa que va a salir adelante y para mí será un gran honor, cuando concluyamos la reestructura financiera, y soy muy optimista de que lo vamos a lograr, ser parte de esta historia”, enfatiza Phillips.