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“Nos preocupa que estamos pagando justos por pecadores”, dice la presidenta de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), Laura Obregón, quien representa a la industria de la tercerización o el llamado outsoucing laboral y al que hace unos días la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda la considera como una actividad vulnerable al delito de lavado de dinero.
“El hecho de que nos consideren como una actividad riesgosa y susceptible de lavado de dinero, nosotros lo vemos como que nos están condenando antes de revisar nuestra forma de actuar, incluso con todos estos controles para ser miembros de la asociación”, expresa la representante de manera intranquila.
El pasado 24 de octubre EL UNIVERSAL publicó que la Secretaría de Hacienda por medio de la UIF dio a conocer una interpretación de la Ley Federal de Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI) para sumar al outsourcing como actividad vulnerable al lavado de dinero.
Al respecto, la presidenta de la AMECH revela que desde antes de que se diera a conocer esa noticia que los agarró por sorpresa, habían buscado un acercamiento con la Secretaría de Hacienda para darles a conocer que son sus aliados para combatir la evasión fiscal, pues si bien hay 22 empresas asociadas, se estima que existen otras 800 que abusan de esta
figura para perjudicar al fisco y a los trabajadores.
Incluso están tramitando una norma ante la Secretaría de Economía, y que está apoyada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, para certificarse como empresas que cumplen con todas las leyes laborales y responsabilidades como patrones.
“Pensamos que si Hacienda pudiera conocernos más y darse cuenta de los controles que estamos teniendo en nuestros servicios, pudiéramos trabajar de la mano con ellos, y tal vez ayudarle a poner controles que efectivamente funcionen”, considera en entrevista con EL UNIVERSAL.
Carga administrativa. Lo que estamos viendo con estos controles es que la Secretaría de Hacienda tiene perfectamente localizados a quién sí presta el servicio de manera formal, de los que cumplen con todas las leyes y normatividades.
Pero ahora con estas nuevas obligaciones de lavado de dinero, advierte, nos están poniendo cargas administrativas muy fuertes y “nos están amenazando con multas muy altas en caso de no cumplir con esas cargas administrativas”.
Prevé que con la nueva regulación va a recaer sobre sus clientes y eso
desincentivará que los contraten, cuando lo que realiza es sólo promover el empleo formal.
Laura Obregón representa a empresas como Manpower, Adecco, ADsourcing y Human Staff, entre otras, y que dirige Technicon, que fundó su padre hace muchos años cuando ni siquiera existía la palabra outsourcing, por lo que recuerda que decía: “De haber sabido que era outsourcing hubiera cobrado en dólares”.
Comenta que buscaron a los de Hacienda a raíz de la NMX (norma mexicana), pero ellos les dijeron: “Nosotros estamos llevando a cabo nuestras propias prácticas, estamos pensando cómo combatir la evasión”, lo que les pareció bueno, pero nunca pensaron que fuera contra la tercerización formal.
“No nos avisaron ‘agua va’, ni nada”, lamenta, pero además no saben a partir de cuándo entra en vigor esa disposición o si la interpretación de la LFPIORPI tiene un sustento legal.
La evasión. Obregón prevé que la regulación no va a conseguir el objetivo deseado, porque las empresas evasoras no tienen ninguna relación con las autoridades.
A la asociación no le toca juzgar ni decir quién no cumple, pero les llegan casos de cotizaciones de competencia que claramente son para evadir al ofrecer pagarles a sus trabajadores por el régimen de derecho de autor, por sociedades cooperativas, con la membresía del gimnasio con una serie de cosas que no sabemos por qué la gente los acepta si es en perjuicio de su régimen laboral y prestaciones, así como seguridad social y ahorro para el retiro.
Explica que las empresas de servicios de tercerización de personal y empleo es la actividad específica del genérico subcontratación, mediante las que se contrata gente para ponerla a disposición de un tercero, que supervisa y la dirige.
Mientras que la subcontratación es el genérico en el que se pide a un tercero que ayude con algo, como la contabilidad, mantenimiento de aire acondicionado; en el caso de la tercerización, uno elige a quién quieren dentro de tu plantilla de personal, pero que por alguna razón no la puedes tener dentro de la nómina porque ya no tienes vacantes o es temporal o no tienen la experiencia para ese tipo de contratación o porque es un proyecto que tendrá varias etapas y en las primeras se va a tercerizar y después serán empleos directos.
