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Ante el escenario “incierto” que vive México por un posible cambio en la política comercial de Estados Unidos, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dijo que el país debe integrarse más con Latinoamérica y dejar de depender del comercio e inversión estadounidense.
“A México le sería muy útil mirar hacia América Latina y el Caribe”, ante el escenario de incertidumbre que se abre con Estados Unidos, consideró la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
Dijo que de concretarse la salida de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN,) el vecino país sería el más perjudicado porque automáticamente tendría que pagar el arancel que registró México ante la OMC, que es de 38% para productos agropecuarios y de 8% para bienes industriales.
En tanto, los productos mexicanos al entrar al mercado estadounidense se gravarían con 6% para bienes agrícolas y 2% para industriales.
Añadió que tampoco se puede pensar en que para México y Latinoamérica la vía para enfrentar esta situación sea la concentración comercial con China, porque se observan también desequilibrios con ese país.
El país asiático concentra sus compras en cinco productos, que en su mayoría son materias primas, pero las exportaciones de América Latina y el Caribe de bienes de alta tecnología y de servicios van a la baja.
“Tenemos un problema con China, de que si bien se ha multiplicado la canasta exportadora de bienes en 22 veces, la verdad es que seguimos concentrados en cinco productos: soya, cobre, cobre refinado, hierro e hidrocarburos. Mientras no salgamos de ese encierro, no vamos a tener una estrategia clara con ese país”.
En tanto, las inversiones chinas están concentradas en Argentina, Brasil, Venezuela y Ecuador. Si México y otros países de la región apuestan a atraer a esta economía, debiera definirse el tipo de inversiones, si será de alto valor agregado, en qué sectores y qué reglas se aplicarán.
Durante la presentación del Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe, Bárcena dijo que se enfrenta un escenario en el que hay un creciente descontento con la hiperglobalización, una frágil inserción regional en el comercio internacional y un escenario político con nuevas incertidumbres.
Sigue el bajo dinamismo de la economía global, persiste el desempleo en Europa, hay estancamiento salarial, desigualdad, crecientes flujo de migrantes, aumenta la competencia industrial de Asia y todo ello lleva a “crecientes nacionalismos”, oposición a nuevos acuerdos comerciales, resistencia a la migración y movimientos antiglobalización.
La secretaria también comentó que el gran problema del TPP es que se negoció con mucha secrecía.
