maria.saldana@eluniversal.com.mx

A pesar de que Estados Unidos es el principal socio comercial de México, el intercambio de bienes entre ambas partes se deterioró desde 2013, con una caída del ritmo al que crecen las exportaciones, por lo que es urgente definir acciones que frenen la decreciente relación, advierten analistas.

Para el coordinador de Laboratorios de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, Ignacio Martínez, la balanza comercial muestra de ambas economías una tendencia a la baja.

De 2014 a septiembre de 2016, las tasas de crecimiento de importaciones decrecieron 2.7%, mientras las tasas de incremento para exportaciones mexicanas registraron una baja de 6.6% en igual periodo, expuso.

Información de la Secretaría de Economía y Banco de México muestra que en los primeros años del TLCAN se registraron aumentos anuales de 10%, 20% o más, algo que no se vio en los últimos años. La tasa de crecimiento de 2012 fue de 6%; en 2013, de 2.49%, y en 2014, de 4.45%, ello, a pesar de que se llegó en 2015 a 308 mil 890 millones de dólares.

Añadió que aunque se habla de que la elección presidencial en Estados Unidos es preocupante por los impactos que puede tener en materia comercial, la realidad es que la desaceleración de las importaciones y exportaciones entre los dos países ya se registró desde 2013.

Para Martínez, también las inversiones estadounidenses en México van a la baja, con un decrecimiento de 48.3% en los últimos cuatro años, si se le restan las operaciones de compra-venta de las grandes empresas.

Otro de los factores que frena el comercio es que muchos importadores y exportadores tienen créditos en dólares o en euros y al haber volatilidad en el tipo de cambio las decisiones que toman son más cautas, expuso el presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), Arturo Pérez Behr.

Añadió el tipo de cambio impacta a las importaciones de productos de lujo, como cosméticos y perfumería, relojes y otro tipo de accesorios que se dejan de comprar por sus alzas.

Por la paridad cambiaria también sube el pago del IVA, lo que se refleja más fuertemente en los productos con altos precios, dijo Pérez Behr.

Para la economista para América Latina de la aseguradora de créditos a empresas Coface, Patricia Krause, “no existe una clara evidencia de que episodios de fuerte depreciación monetaria de América Latina vaya siempre secundado por un incremento de las exportaciones manufactureras”.

Agregó que es improbable que los precios de los productos que se exportan mejoren significativamente sólo por el hecho de que se deprecian las monedas, porque los costos laborales no disminuyen.

El otro problema es que la economía global no reporta un crecimiento vigoroso en el corto plazo, lo que limita la demanda internacional de productos manufacturados.

Google News

Noticias según tus intereses