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El Ejecutivo federal consideró que “en este momento el país, cuenta con nuevas herramientas y mecanismos para implementar estructuras de mercados abiertos y competitivos”, en materia de hidrocarburos.
En el 4to Informe de Gobierno, sostiene que la apertura a las importaciones (de petrolíferos) incentiva la libre competencia, elimina restricciones en el modelo de suministro y reafirma el interés y la confianza en el nuevo modelo energético mexicano.
La liberalización de las importaciones de petrolíferos y la comercialización de gasolinas y diesel, así como la publicación de documentos necesarios para la planeación de proyectos que permitan desarrollar un mercado competitivo de gas natural y de nueva infraestructura de almacenamiento y de transporte para petrolíferos, son acciones fundamentales para promover el abasto confiable y eficiente de energía en todo el territorio nacional a precios competitivos que impulsen el crecimiento de la economía y el desarrollo nacional, así como para promover las oportunidades que ofrece la reforma energética, agrega.
En el tránsito de esta reforma estructural, desde su aprobación en 2014, una de las pocas cosas que faltan por liberalizar son los precios de los combustibles, que de acuerdo con el calendario original está previsto para enero del 2018.
Sin embargo, el pasado 29 de agosto el subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Miguel Messmacher, anunció que en el Paquete Económico del 2017 que entregarán antes del 8 de septiembre, propondrán adelantar la liberalización de los precios de las gasolinas el próximo año, a partir del 1 de enero, y no esperar hasta el 2018.
Coincidió con el Jefe del Ejecutivo en el sentido de que “varias de las condiciones que se necesitan para dar el brinco ya se dieron”.
Comentó que “en un mercado abierto fuéramos viendo movimientos al alza y a la baja de los precios de manera prácticamente continua como lo vemos en Estados Unidos, Guatemala y Canadá …los productores y vendedores irán reflejando prácticamente de manera de muy alta frecuencia, mucho más que una vez al mes como hacemos nosotros”.
El 4to Informe de Gobierno también confirma que Pemex atraviesa por una situación delicada en prácticamente todo los rubros.
El documento señala que la producción de petróleo y gas se redujo 3.1% y 5.3% en el periodo enero-junio del 2016 en comparación con el mismo lapso del año anterior.
En ese lapso, Pemex dejó de producir 72.2 mil barriles diarios de crudo y 344 millones de pies cúbicos de gas.
Dos factores, según el informe, contribuyeron a estos resultados: la declinación natural de la producción e incremento en el flujo fraccional de agua en los Activos Cantarell, Bellota-Jujo, Macuspana-Muspac y Samaria-Luna, en el caso del petróleo y, en el caso de gas, se está extrayendo más nitrógeno asociado al gas (935.9 millones de pies cúbicos diarios), constituye un componente no deseado.
El segundo fue que está determinado los resultados operativos tiene que ver con los recortes presupuestales.
Entre septiembre y junio del 2016, la empresa productiva de Estado ejerció inversiones por 213 mil 536 millones de pesos en la industria petrolera, 109 mil 441 millones menos que en el periodo anterior.
En materia ambiental, el 4to Informe señala que los indicadores de Pemex no fueron los mejores: el indicador de emisiones de CO2 alcanzó 3.7 millones de toneladas mensuales, 5.7% mayor respecto a las de enero-junio de 2016.
