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El consumo privado y la inversión fija bruta en México perdieron fuerza durante abril, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Según el instituto, ambos indicadores registraron severas caídas a tasa mensual, afectados por la depreciación cambiaria y debilitando su contribución al crecimiento.
Se trata de dos de los más importantes indicadores de la demanda interna, que constituye el principal motor de crecimiento de México.
El indicador del consumo privado en el mercado interno bajó en términos reales 2.2% durante abril respecto a marzo, con base en cifras ajustadas por estacionalidad. Resultado de lo anterior la variación anual fue de sólo 1.2%, tasa inferior a 4% promediado en el primer trimestre del año.
La disminución del consumo privado derivó de caídas mensuales en sus tres componentes, destacando por su tamaño el consumo de bienes importados, con una baja de 6.1%, el de bienes nacionales, con 2.9%, y el de servicios, con 0.2%.
“Como consecuencia, las compras de bienes importados reportaron una caída anual de 1.9%, la primera desde marzo de 2014. Esta contracción obedece a la sustitución de consumo por bienes nacionales debido al encarecimiento del dólar y sería la primera vez que el consumo presenta un aparente traspaso cambiario después de 16 meses de depreciación”, comentó Mónica Díaz, analista económica de Ve por Más.
Agregó que aún es prematuro afirmar que el consumo privado en el mercado interno va a marcar una tendencia descendente; no obstante, su aportación al PIB no se va a caracterizar por mantener la magnitud de meses anteriores.
Por su parte, la inversión fija bruta descendió 1.6% mensual en abril sobre la base desestacionalizada, con una caída de 2.1% anual.
Por componentes, la construcción cayó 0.8% respecto a marzo, y la inversión en maquinaria y equipo se redujo 1.7% mensual.
La compra de maquinaria y equipo de origen nacional reportó una caída mensual de 2.9%, mientras el importado retrocedió 2.3%, con lo que a tasa anual cayó 7.3%, la disminución más fuerte desde febrero de 2010, todo ello como respuesta al fuerte encarecimiento del dólar.
La inversión fija bruta en general continuó un deterioro gradual, apuntando a un debilitamiento adicional en el segundo trimestre, en un entorno de fragilidad exportadora y bajos niveles de confianza de los productores, mencionó Eduardo González, analista económico de Banamex.
