Las mujeres cuentan con algunas desventajas laborales con respecto a los hombres, lo que las ubica como el grupo más vulnerable en materia de pensiones, advirtió el presidente de la Consar, Carlos Ramírez, al presentar los resultados del Módulo de Trayectorias Laborales 2015, elaborado de manera conjunta con el Inegi.

La encuesta revela dichas desventajas: por ejemplo, que las mujeres empiezan más tarde a laborar, en promedio, casi tres años después que los hombres; las mujeres tienen trabajos menos calificados por contar con un nivel educativo más bajo; su duración en el empleo es menor; sus ingresos son inferiores (casi un salario mínimo de diferencia).

Asimismo, su densidad de afiliación más baja, debido a que un gran porcentaje de ellas dejan sus empleos para dedicarse al hogar, por lo que tuvieron más tiempo sin laborar en el periodo de estudio, además de que le es más difícil encontrar empleos que ofrezcan seguridad social.

Otro segmento vulnerable son los jóvenes que deben empezar lo más temprano posible su inserción en el mercado laboral formal. En México, sólo 3 de cada 10 jóvenes cuenta con seguridad social, además el 66% de los jóvenes en su primer empleo carecen de ella.

Los resultados del Módulo revelan que generalmente, el primer empleo se da en ocupaciones no calificadas y en el sector primario y secundario. Por lo tanto, es ahí donde deben realizarse esfuerzos para afiliar a la población al SAR desde una edad temprana.

La probabilidad de ser informal cuando se fue informal en el empleo anterior es muy alta (70.9%). Por lo tanto, advierte Carlos Ramírez, hay que seguir generando mayores incentivos para que los trabajadores inicien su carrera en la formalidad. En este sentido, los trabajadores valoran la seguridad social y esperan vivir de una pensión a la edad del retiro.

afcl

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