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La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), órgano antimonopolios del país, debe investigar la presunta relación o vínculo de los dos principales distribuidores de medicamentos en México, Nadro y Marzam, por su impacto en los precios y salud de la población, explicaron especialistas.
“Este caso podría afectar a la población fijando precios o las condiciones de comercialización. El sector es determinante porque forma parte de la cadena de valor de la industria farmacéutica y son quienes llevan el producto a las manos de los pacientes”, resaltó Guillermo Carrasco, especialista del Tecnológico de Monterrey.
El experto consideró necesaria una investigación en el caso Nadro-Marzam, por los términos de la concentración, aunque por cuestiones políticas y legales ve poco probable que la Cofece se atreva a comenzar una indagatoria formal en este sector.
De acuerdo con la investigación periodística Panama Papers, la esposa de Pablo Escandón, director general de Nadro, habría destinado recursos para la compra de una participación mayoritaria de uno de sus principales competidores, Marzam, a través del fondo holandés Moench Coöperatief, quien compró acciones a Genomma Lab.
“El SAT (Servicio de Administración Tributaria) acaba de decir que hay actuaciones legales, pero el problema es que esto forma parte de una estrategia a nivel mundial, en la realidad no veo que vaya a tener una acción”, dijo.
Xavier Ginebra, especialista en competencia económica, explicó que la Cofece no ha tenido criterios claros para conocer dónde va a iniciar investigaciones y entre sus argumentos ha dicho que el sector de tortilla es importante porque afecta a buena parte de la población, entonces las medicinas también tendrían una relevancia.
“Creo que lo que dice la Cofece no es cierto, ellos tienen más elementos para conseguir información, no sólo con las publicaciones de los medios, ahora bien, se deben probar las acusaciones y saber si los derechos de voto se han ejercido para formarse un tipo cártel, o para dominar a otra empresa”, aseveró el especialista.
“¿Por qué la Cofece no ha abierto una investigación? Desconozco las causas, puedo comentar que en el tiempo que lleva de autónoma no se ve una lógica clara en por qué abre investigaciones en ciertos sectores y en cambio en otros no se mete”, manifestó.
EL UNIVERSAL buscó a Genomma Lab para conocer su postura sobre este tema; sin embargo, rechazó hacer un comentario para no ser vinculado con la operación.
Alta concentración. En recientes entrevistas por separado, Pablo Escandón y José Alberto Peña, director general de Nadro y Marzam, respectivamente, precisaron a este medio que su participación en los ingresos del sector de distribución ascendían a 32% y 17%, por lo que en suma sus control sobre las ventas de fármacos ascendería a 49% hasta hace unos meses.
Una fuente que pidió el anonimato aseguró que Nadro y Marzam alcanzan una participación entre 60% y 70% del mercado de distribución de medicamentos privado, sin contemplar la venta directa entre laboratorios y farmacias.
En México, la venta de medicamentos alcanzó un valor de 184.5 mil millones de pesos en 2014, lo que representó un crecimiento de 2.4% en comparación con los 180.3 mil millones de pesos del año previo (2013), de acuerdo con estimaciones de la firma consultora IMS Health.
De este valor, 70% correspondió al mercado privado [aquél hecho de manera directa al consumidor], mientras que 30% restante proviene del mercado institucional o de gobierno, equivalente a las ventas de medicinas a organismos públicos como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), entre otros.
El mercado de distribución de medicamentos surge con la venta de éstos a través de camionetas y otros vehículos en varias zonas del país a los diferentes puntos de venta como farmacias, cadenas de farmacias o autoservicios. Su negocio consiste en tener márgenes de ganancias por este traslado de medicinas.
En México, Nadro es la principal empresa del sector de distribución, mientras que Marzam estaría dentro de los primeros cinco competidores por volumen de ventas.
