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El uso del remanente del Banco de México (Banxico) para capitalizar a Petróleos Mexicanos (Pemex) no es bien visto por algunos analistas porque no se garantiza transparencia y puede implicar un incentivo perverso al no incluir al sindicato a apretarse también el cinturón en tiempos de bajos precios del crudo, dejando sólo a la empresa productiva del Estado a recortar proyectos y empleos.
Para el director de la consultoría en finanzas públicas ITG, Jorge Chávez Presa, no es conveniente utilizar el remanente para la capitalización. En su opinión, fue acertado que el Congreso autorizara que se destine para amortizar deuda pública.
Recordó que el año pasado también se inyectó capital a Pemex y no fue necesario recurrir a remanentes. “Fue por más de 100 mil millones de pesos y nadie lo vio y no se dijo nada; la inyección incluyó a la Comisión Federal de Electricidad”, apuntó.
Para el director de la Comunidad Mexicana de Gestión Pública para Resultados (GPR), Gabriel Farfán, no se debe pensar sólo en el remanente, pues hay fondos que pueden usarse vía el presupuesto como una inyección de recursos de forma temporal.
Consideró que el recorte al gasto por 132 mil millones de pesos (mdp) que incluye a la petrolera, en realidad debió haber sido de 150 mil mdp.
“El remanente es un recurso extraordinario y no sabemos el tamaño de capitalización que se tiene que hacer para evaluar si es efectivo”, dijo.
Para el director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Héctor Villarreal, lo más transparente es capitalizar a través de un bono. “Prefiero más transparencia, que entren a cuenta general; se me hace más sano que sea por bonos especiales con el respaldo del gobierno para sacar mejores tasas”, planteó.
Si bien la ganancia de operación del banco central se puede ahora canalizar para reducir adeudos, enfatizó que la vía que considera más apropiada es por un bono explícito de capitalización para saber de cuántos “pesos y centavos” fue la inyección.
Del monto de capitalización, Villarreal dijo que depende de qué tan apalancada quieran dejar a Pemex porque a diferentes niveles, habrá diferentes modelos de responsabilidad.
En riesgo calificación. El director general de Moody’s en México, Alberto Jones, dijo que a pesar de que está incorporado el apoyo que le va a dar el gobierno a Pemex, hay 70% de probabilidades de que la calificadora le baje la nota a la petrolera.
“Estamos ciertos de que el gobierno mexicano respalda a Pemex y por eso su calificación es más alta de la que tendría si no contara con el apoyo. En otras palabras, si Pemex no tuviera el apoyo tendría una calificación como cinco niveles más bajo”, puntualizó.
Reconfiguración. El titular de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda, Luis Madrazo Lajous, rechazó que se le quiera achicar a Pemex, y por el contrario, dijo que lo que se busca es reconfigurar y relanzar a la empresa en vías de darle viabilidad financiera.
Dijo que se analizan todos los mecanismos, que van desde la parte fiscal, deuda y pasivos pensionarios.
Del remanente del Banco de México y su posible canalización para apoyar a Pemex, dijo que se tiene garantizado la transparencia de su uso.
“El mandato que tiene el gobierno le da un destino específico a estos recursos. Por un lado, 70% del remanente tiene que apoyar la situación financiera de largo plazo y eso significa que tiene que ir a retirar o a colocar menos deuda este año, y el otro 30% tiene que ir a inversión financiera, que puede incluir Pemex”, detalló.
De las opiniones de expertos de que el sindicato debe hacer más esfuerzos para sanear la situación de Pemex, expuso que tanto la empresa como trabajadores son corresponsables de tomar decisiones que ayuden a fortalecerla y darle viabilidad financiera.