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El gobierno federal prevé la construcción de tres nuevas refinerías entre 2023 y 2029.
Como parte de su planeación de largo plazo (15 años), una de ellas es el proyecto que canceló en 2013 y que considera retomar: la nueva refinería de Tula, Hidalgo.
En la Prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos 2015-2029, que dio a conocer el pasado miércoles 30 de diciembre, la Secretaría de Energía (Sener) prevén inversiones acumuladas por 412.8 mil millones de pesos (sujeta a variables como el precio del petróleo) en los próximos 15 años.
Los recursos se van a destinar a “aquellos trabajos orientados a la modernización de la infraestructura existente, que buscan optimizar las operaciones de la cadena de suministro de petrolíferos, la capacidad de producción, de distribución, almacenamiento y reparto de petrolíferos en el país, así como a proyectos de conversión de Ultra bajo azufre (UBA) y proyecto de calidad de gasolinas y diesel”.
Aun así, México va a continuar siendo deficitario y tiene que aumentar en 39.1% las importaciones de gasolinas que demanda el mercado nacional durante todo este periodo.
Según el documento avalado por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, “entre 2015 y 2022 se espera que, una cuarta parte de la inversión planeada, se destine a proyectos de aprovechamiento de residuales en las refinerías de Tula y Salina Cruz.
El objetivo del proyecto de aprovechamiento de residuales es modernizar el procesamiento de las refinerías, incorporando el proceso de coquización para transformar residuales en productos de mayor valor de mercado. Con ello se baja la producción de combustóleo al procesar residuales para transformarlos en destilados ligeros (gasolinas, turbosina y diesel)”.
“Otras inversiones contempladas son los trabajos de trenes de refinación entre 2023 y 2029, así como estudios y acondicionamiento para una nueva refinería”, es decir, para el esquema de ampliación de capacidad instalada de refinación de petrolíferos.
En el esquema de distribución de inversiones en los principales proyectos de la Empresa Productiva Subsidiaria de Transformación Industrial-Refinación contenida en el documento, se aprecia que una de estas tres nuevas refinerías, es la de Tula a la cual proponen dar recursos para estudios y acondicionamientos de terrenos, fase en la que se quedó cuando la sacaron del Plan de Negocios de Pemex 2014-2018, como lo informó EL UNIVERSAL el 2 de noviembre de 2013.
Las otra dos nuevas refinerías están contempladas para iniciar su construcción en 2023 y 2026 o 2027, para lo cual es necesario iniciar los estudios correspondientes para determinar lugar, tipo de complejo e inversión.
La contribución de estas nuevas refinerías a la producción nacional de petrolíferos se va a obtener más allá del periodo de la prospectiva, por lo que se prevé que para cubrir la creciente demanda es necesario continuar con la modernización y reconfiguración de las refinerías de Tula, Salamanca y Salina Cruz y depender de las importaciones de combustibles.
Apenas el pasado 8 de diciembre, Pemex anunció proyectos que representan una inversión de 23 mil millones de dólares, entre los que destacan un desembolso de 5 mil millones de dólares para la reconfiguración de la refinería de Tula, con lo que se va a ampliar la capacidad de procesamiento de crudo en 25 mil barriles diarios para llegar a una capacidad instalada total de 340 mil barriles.
Los proyectos de las reconfiguraciones de las refinerías de Salamanca y Salina Cruz significan una inversión extra de 8 mil millones de dólares.
Creación. Se espera que la producción de gasolinas aumente en 54.6% entre 2014 y 2029, un volumen adicional de 223.4 mil barriles diarios respecto a 2014, alcanzando así un total de 632.7 mil barriles por día en 2029.
En el análisis prospectivo se espera que entre 2014 y 2029, la producción de petrolíferos (que incluye gasolinas y diesel) aumente 24.1%, mientras que la demanda pasa a 35.9%; atribuible al mayor consumo de gasolinas.
Lo anterior se traduce en que para cubrir las necesidades de demanda, durante este periodo la importación de petrolíferos aumenta 34.7%.
Por combustible, la perspectiva es que la demanda de gasolinas permanezca en niveles superiores a la oferta interna, e incluso que crezca.
Esto trae como consecuencia un alza en las importaciones. En el periodo 2014–2029 se espera que el déficit pase de 370 mil barriles diarios (47.5% de la demanda interna) a 514.7 (44.9% de la demanda interna), un aumento de 39.1% al final del periodo.