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En los primeros quince días de enero, el Índice Nacional de Precios al Consumidor registró un aumento de 0.03%, informó el Inegi. Resultado de lo anterior, la inflación anual se aceleró al pasar de 2.13% en diciembre a 2.48% en la primera mitad de enero, debido al efecto de una menor base de comparación tras el marcado descenso de los precios que se registraron en el mismo periodo del año anterior.

Sin embargo, descontando este efecto, el aumento de las cotizaciones en la primera quincena del año fue marginal, debido a que el descenso en precios no subyacentes contrarrestó parcialmente el incremento de los subyacentes.

El índice de precios subyacente —que descuenta los bienes y servicios con los precios más volátiles— mostró un avance quincenal de 0.08% y una tasa anual de 2.61%, cifra superior al 2.43% de la quincena previa lo que revela claramente la tendencia creciente vista desde noviembre pasado. Tanto las mercancías distintas de alimentos como los servicios ajenos a la vivienda y educación son los segmentos que más incidencia tienen en el incremento del indicador subyacente, además de que son los que mayor impacto reciben de la devaluación del peso.

Durante 2015, la caída en los precios internacionales de las materias primas, las fuertes reducciones en las tarifas de electricidad para la industria y del precio del gas natural permitieron a las empresas contener el impacto de la depreciación cambiaria sobre los costos de producción y sobre los precios.

No obstante, esos factores no serán tan favorables este año para compensar el efecto de la fortaleza del dólar sobre los precios, advirtió Arturo Vieyra, analista económico de Banamex.

Dentro del subgrupo de precios subyacente, las tarifas de servicios cayeron 0.02% debido a los descuentos en paquetes turísticos y aerolíneas, mientras que las cotizaciones de mercancías aumentaron 0.19%.

Por su parte, el índice de precios no subyacente disminuyó 0.13%, alcanzando una tasa anual de 2.08%. Al interior del índice de precios no subyacente, la cotización de los productos agropecuarios creció 0.23%, al mismo tiempo que los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno descendió 0.36%.

Cabe destacar que los precios de frutas y verduras aumentaron 0.75% y mostraron un notable aumento anual de 16.99%. Los precios que registraron mayores incidencias en el incremento quincenal fueron el gas doméstico, con un alza de 2.74%; cebolla, 18.59%; suministro de agua, 2.23%; plátano, 9.96%; y restaurantes, 0.44%. Por el momento, no se aprecia un efecto importante de traspaso de la devaluación del peso a la inflación general, puesto que los precios de algunos servicios y energéticos siguen en descenso. Sin embargo, se esperaría una inflación de 3.2% al cierre del año ante la disipación de los efectos benéficos de los descensos en telecomunicaciones y energéticos, además de que la depreciación del peso y posibles choques de oferta suponen riesgos al alza, explicó Joan Domene, analista económico de Invex.

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