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Maria.saldana@eluniversal.com.mx
Las 11 reformas estructurales que se realizaron en los últimos años no se tradujeron en mayor crecimiento para el país. La realidad quedó lejos de las proyecciones que anticipaban tasas de expansión de 5%, y con la excepción de la baja en las tarifas de los servicios de telecomunicaciones, otros rubros van a requerir más años para que se reflejen en beneficios para la población.
Incluso, de acuerdo con expertos, en algunos casos las estimaciones que se hicieron se sobredimensionaron.
En esta administración federal se aprobaron las reformas estructurales en energía; telecomunicaciones y radiodifusión; competencia económica; financiera; hacendaria; laboral; educativa; código nacional de procedimientos penales; nueva ley de amparo, y política electoral y de transparencia.
Fue en el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo en el que se proyectaron tasas de crecimiento económico arriba de 5% anual a partir de la implementación de las reformas estructurales. En él se estableció que desde 2015 los cambios en varios sectores estratégicos iban a contribuir al avance del Producto Interno Bruto.
La energética, por ejemplo, iba a abonar 0.3 puntos al crecimiento del PIB en 2015 y un punto porcentual para 2018; la financiera 0.3 puntos en 2015 y 0.4 puntos el próximo año.
Telecomunicaciones y la fiscal sólo iban a participar con 0.2 y 0.1 puntos, respectivamente en 2015 y 0.2 puntos cada una en el año siguiente.
Bajo esas proyecciones se estimó que en 2015 la economía iba a crecer 4.7% y hasta 5.3% en 2018.
Para el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), que dirige Luis Foncerrada, la evaluación es que “tras once reformas aprobadas, dentro de las cuales se han realizado ajustes importantes a las políticas públicas, la economía mexicana aún permanece en niveles de crecimiento y bienestar muy por debajo de lo que se requiere para sustentar un futuro estable y favorecedor para los hogares”.
El anuncio del Pacto por México provocó grandes expectativas al inversionista, dijo el profesor de la UNAM del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios, Ignacio Martínez, y ello se reflejó en la Inversión Extranjera Directa (IED) de 2013 que ascendió a 35 mil 188 millones de dólares; sin embargo, para 2016 el flujo de inversión fue de 26 mil 738. En estos dos años, el capital descendió 31.60%.
Las reformas, expuso, debieron reflejarse en una mayor atracción de IED que se tradujera en un mejor comportamiento de exportaciones.
Los cambios estructurales tampoco tuvieron impacto en la producción, la cual no tuvo una mejora. Por ejemplo, la Inversión Fija Bruta —que representa los gastos realizados en maquinaria y equipo de origen nacional e importado, así como los de construcción— tuvo un avance de 3% en 2014 y se redujo a 0.4% en 2016; es decir, las empresas dejaron de invertir 6.5%.
“Estas reformas no han fructificado porque al no atacar de frente a la corrupción, la opacidad, la inseguridad y no mejorar la competencia, cada año hay una pérdida de 19% anual del PIB y provoca una enorme desconfianza al inversionista”, dijo Martínez.
Hay reformas que dieron o dejarán beneficios a la ciudadanía, como la educativa, energética y de telecomunicaciones, el problema es que la diseñan los de la clase en el poder y a pesar de los cambios seguirán la corrupción, los moches y los beneficios para ellos, los políticos, que no quieren que cambie el sistema, dijo el presidente de México Evalúa-CIDAC, Luis Rubio.
En materia de la reforma de telecomunicaciones se vio que bajaron los precios radicalmente y eso ayuda a la población, y si bien afectó los privilegios de una de las grandes empresas, los de la clase en el poder siguen con sus beneficios, añadió.
Telecomunicaciones, la mejor. Los especialista coinciden en que la reforma de telecomunicaciones fue la que más resultados tangibles dio, contrario a lo que se ha visto con otras.
“La reforma de telecomunicaciones fue la que nos dio más pronto resultados tangibles y comunicables, de manera que la gente los puede ver. La energética no se ve, pero nos dará mucho más, aunque tardará una generación, porque los proyectos de extracción de petróleo si bien son un gran paso, al igual que la reducción de los subsidios a las gasolinas, tardarán en madurar”, dijo Pardinas.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti), Mario de la Cruz, dijo que ha sido la más exitosa de las reformas porque “se han dado muchos resultados en el corto plazo”.
Explicó que todavía se verán otros efectos como el proyecto de la Red Compartida, la intención de utilizar la red de CFE para una red fija, se espera mayor despliegue de infraestructura y mejora de la cobertura, porque a la fecha solamente 60% de la población cuenta con conectividad.
No obstante, para el director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz, si bien se hicieron varias reformas, la contribución a la economía es limitada, aun con la de telecomunicaciones, porque las micro pequeñas y medianas empresas tienen bajo porcentaje de acceso a internet.
Otros cambios. Hay modificaciones que se hicieron a la estructura del país que todavía no reflejan sus efectos, expusieron los analistas consultados.
Pese a la aprobación de la reforma laboral, Martínez afirmó que la Organización Internacional del Trabajo subraya que la participación salarial en México ha proseguido su tendencia descendente.
Ello, aunado a las Perspectivas Económicas 2017 del Fondo Monetario Internacional, en el que se manifiesta que el nivel de la riqueza del mexicano en 2016 se encuentra en niveles que se tenían en 1995, lo cual explica por qué la pobreza en el país aumentó 3.12 puntos.