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Las remesas que envían los mexicanos, principalmente desde Estados Unidos, a sus familiares en México recuperaron su tendencia positiva.

El Banco de México (Banxico) informó que en marzo esos flujos llegaron a 2 mil 520 millones de dólares, un incremento de 15% sobre lo que se registró en igual mes de 2016, cuando se enviaron 2 mil 189 millones.

De acuerdo con estadísticas del banco central, el resultado en marzo es el flujo más alto desde octubre de 2008 cuando se recibieron 2 mil 638 millones de dólares, precisamente cuando comenzó la crisis de las remesas por la recesión mundial.

Así, en el primer trimestre del año las remesas totalizaron 6 mil 640 millones de dólares, lo que significó un aumento de 7% en comparación a igual periodo del año pasado.

Tanto de forma mensual como trimestral el promedio de lo que mandaron los connacionales a sus familias mejoró al superar los 300 dólares. De forma mensual fue de 316 dólares frente a los 295 de enero y a los 302 dólares promedio de febrero.

En el trimestre el promedio fue de 305 dólares, 4% más respecto a lo que recibieron los hogares mexicanos entre enero y marzo de 2016.

Tienen remesas mejor registro en 101 meses
Tienen remesas mejor registro en 101 meses

Migración y apreciación. El resultado de marzo superó las expectativas de la mayoría de analistas y llamó la atención porque las remesas siguieron aumentando a pesar de la apreciación del tipo de cambio, uno de los factores que estaba alentando a que los mexicanos mandaran más “migradólares y por el endurecimiento de las políticas de Trump”.

“Cabe destacar que el crecimiento del flujo de remesas se dio a pesar de la apreciación de 7.4% que registró la divisa mexicana durante marzo. Con ello, el flujo recibido durante el primer trimestre del año continúa siendo el más alto en la serie histórica del indicador”, escribió en un reporte el economista senior de Banorte-Ixe, Alejandro Cervantes.

Mencionó que influyó el efecto calendario, porque en el mismo mes del año pasado la tasa anual fue negativa en 2.9%, lo que pudo haber reflejado un efecto asociado a la Semana Santa que no estuvo presente en 2017.

Destacó que durante el periodo vacacional, hay un flujo significativo de migrantes mexicanos que visitan a sus familiares en México y hacen gastos en el país. Anticipó que para abril puede registrarse un flujo de remesas no tan importante.

Sin embargo, señaló que hacia adelante el tema del reforzamiento de la política contra los migrantes del otro lado de la frontera norte puede determinar el comportamiento de las remesas de los próximos meses.

“Los trabajadores migrantes mexicanos sin ciudadanía quiza continuarán descontando una mayor probabilidad de ser deportados, por lo que consideramos que el flujo de remesas del segundo trimestre del año estará explicado por este factor”, destacó.

Para el analista de BBVA-Bancomer, Juan José Li, las favorables condiciones económicas en Estados Unidos pudieron incentivar el empleo de mexicanos, independientemente de su condición migratoria.

Refirió que en marzo la tasa de desempleo nacional en Estados Unidos fue de 4.5%, que no se había registrado hace 10 años.

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