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maria.saldana@eluniversal.com.mx
Los niveles de pobreza en México podrían incrementarse al esperarse una pérdida del poder adquisitivo de los salarios, lo que tiene que ver en parte a que el aumento de la deuda pública provocó una depreciación del peso frente al dólar a principios de 2016, de acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“El debilitamiento del tipo de cambio ha sido parte importante del origen del repunte reciente de los precios en la economía. La mejor manera de enfrentar este problema es evitar que la deuda siga aumentando como proporción del PIB, lo que implica seguir haciendo esfuerzos en reducción del gasto y del fortalecimiento de fuentes de ingresos recurrentes”, aseguraron especialistas del centro en su Análisis Económico Ejecutivo semanal.
Explicaron que si bien el tipo de cambio respondió a presiones del exterior al subir de 19 a 22 pesos por dólar a consecuencia del proceso electoral para la presidencia estadounidense, el deterioro de la paridad cambiaria que se registró de principios de 2015 a los primeros meses de 2016 tuvo como origen el aumento de la deuda pública.
Los niveles que alcanzó el tipo de cambio provocan un incremento de la inflación y ello impactará el poder adquisitivo de las familias.
Aunque en los primeros años del sexenio se registraron hechos que permitieron reducir la pobreza, la paridad peso-dólar del año pasado provocó presiones al llegar a 20 pesos por divisa.
“Si bien hasta ese momento las presiones fueron modestas, a pesar de que la inflación repuntó en junio del año pasado, el ajuste de los precios de la gasolina a inicios de 2017 y el debilitamiento del tipo de cambio con niveles de 22 pesos por dólar, ya han comenzado a impactar la evolución de precios al consumidor, que en marzo reportaron una tasa anual de 5.35%, la más alta desde julio de 2009”, dijo el CEESP.
Pese a que el tipo de cambio se ha revaluado en las últimas semanas, los precios van en ascenso, de manera que las expectativas inflacionarias para el cierre del año estarán cerca a 6%, lo que afectará la medición de la pobreza.
Para los economistas del CEESP, dirigido por Luis Foncerrada, los indicadores de carencias sociales muestran un comportamiento favorable entre 2010 y 2015, pero esta situación podría cambiar con el alza de precios de los productos esperada para este año.