Más Información
maria.saldana@eluniversal.com.mx
En los primeros 200 días de la administración del presidente electo de Estados Unidos (EU), Donald Trump, ese país puede iniciar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o incluso darse la salida de ese nación del acuerdo trilateral a fin de sustituirlo mediante pactos bilaterales.
Se incluye también el impedir la aprobación o en su caso entrada en vigor del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés); analizar a China en cuanto a una posible manipulación de su moneda y del comercio y regresar a los estadounidenses los trabajos de la industria manufacturera que se fueron hacia otros países, así como retener los que pudieran perderse.
De acuerdo con un memorándum que envío el equipo de transición del presidente electo con fines de “discusión” se consideró que del 20 de enero de 2017 al 7 de agosto de ese año debe haber una definición en torno a si habrá tratados bilaterales, uno con México y otro con Canadá, o si el camino es la renegociación del acuerdo trilateral, según informó la cadena CNN.
Aun y cuando consideró el equipo de Trump que puede tener consecuencias negativas una salida de Estados Unidos del TLCAN aseguraron que los efectos se van a aminorar si se firman acuerdos bilaterales en lugar de tener uno solo entre los tres.
La propuesta que se filtró explica que desde el primer día se notificará a las administraciones canadiense y mexicana del deseo de EU de renegociar el TLCAN; además de que se explicó que se trabajará en frenar importaciones que ellos consideren injustas y terminar con las prácticas inequitativas.
Esta propuesta se basa en el hecho de que el Congreso estadounidense otorgó al Ejecutivo la facultad de negociar tratados comerciales hasta 2018 sin la necesidad de tener el aval de los congresistas durante la negociación, sino que hasta que se tenga el texto final y se presente a los legisladores ellos decidan si lo aprueban en su totalidad o si lo rechazan.
Reapertura de controversias. De acuerdo con fuentes del sector, la Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos es la encargada de analizar estos temas, lo que puede significar abrir controversias comerciales con México y Canadá como las reglas de etiquetado de carne, un asunto que resolvió hace poco la Organización Mundial del Comercio en contra de los estadounidenses.
De los asuntos que se piden analizar está también el medir los posibles
efectos que va a tener esta nueva política comercial en la clase media y en la manufactura, los servicios e inversión extranjera directa que llega hacia Estados Unidos.
Esta nueva política se puede implementar a través de dos empresarios que se van a incorporar al equipo de Trump y que se encargarán de la política comercial: Dan Dimicco de una empresa acerera y un opositor a las prácticas ilegales de los chinos en dicha industria. También está Ray W. Washburne, otro hombre de negocios texano ligado con el Grupo Veritex, la cadena de restaurants Mcrowd, Highland Park Village, además de que participa en cuatro consejos de empresas y en cinco diferentes industrias, como los sectores bancario, salud, restaurantes y centros comerciales.
