El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó de manera significativa su pronóstico para la economía de México para este año al pasar de 2.5% que preveía en julio cuando lo mejoró en 0.1 puntos a 2.1%, según el World Economic Outlook (WEO por sus siglas en inglés).
Para 2017 la nueva estimación es de 2.3%, es decir un ajuste a la baja de 0.3 puntos, debido al debilitamiento de las exportaciones como reflejo de un menor avance en Estados Unidos.
Al dar a conocer la actualización de las proyecciones económicas mundiales a través del WEO en vísperas de la reunión anual de otoño del FMI y del Banco Mundial, el organismo destacó que en su comparación al reporte de abril pasado, las expectativas para el Producto Interno Bruto (PIB) representan una disminución de 0.3 puntos tanto para 2016 como en 2017.
“Debido al débil desempeño de las exportaciones en la primera mitad del año, la economía crecerá 2.1%; se espera que se acelere modestamente a un 2.3% en 2017 como efecto de la recuperación de la demanda externa y en el mediano plazo al 2.9% con reformas estructurales afianzadas”, explicó.
La economía de Estados Unidos también fue severamente castigada con un ajuste de 0.6 puntos para 2016 con una previsión de crecimiento de 1.6% en relación a lo que se esperaba en julio pasado, y que se ensombrece todavía más con la reducción de 0.8 puntos si se toma en cuenta la comparación con el WEO de abril.
AMÉRICA LATINA
La actividad económica en América Latina y el Caribe sigue disminuyendo, advirtió el FMI al dar a conocer una contracción de 0.6% proyectada para el 2016, que es 0.1 puntos porcentuales más grave que la previsión de abril.
Sin embargo para 2017 está estimando una recuperación en la región con un avance de 1.6%, que también representa 0.1 puntos porcentuales por debajo de lo que se consideraba en el reporte de abril.
El FMI mantiene su visión que en los países de Latinoamérica se dará un crecimiento heterogéneo, ya que mientras que varios estarán en recesión, la mayoría de las economías seguirá creciendo en 2016.
En ese contexto mencionó que Brasil se mantiene en recesión, pero la actividad parece estar cerca de tocar fondo dado los efectos de los últimos choques en la disminución de los precios de las materias primas, los ajustes en los precios administrados de 2015, y porque se empiece a diluir la incertidumbre política.
tcm