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El debilitamiento de algunos indicadores económicos de China ha renovado los temores sobre la posibilidad de una desaceleración de la segunda economía más grande del mundo y el impacto que pueda tener sobre la actividad productiva a nivel global.

Los mercados estarán atentos al resultado del Producto Interno Bruto (PIB) del gigante asiático al segundo trimestre del año. Los especialistas esperan una tasa anual de 6.7%, similar a la registrada en el primer cuarto del año. De resultar menor a lo esperado, retornaría la incertidumbre que generó una acentuada volatilidad en los mercados financieros a principios de año.

La semana pasada se dio a conocer que las exportaciones de China medidas en dólares disminuyeron 10.0% en septiembre con respecto al mismo mes del año anterior, la mayor caída desde febrero, conforme la demanda global siga deprimida. La caída de las exportaciones resultó superior de la disminución de 3.3% que esperaba el consenso de los analistas y de la baja de 2.8% en agosto.

Por su parte, las importaciones disminuyeron 1.9% en septiembre con respecto al mismo mes del año anterior, luego del crecimiento de 1.5% observado en agosto. El renminbi se ha depreciado 3.5% en lo que va del año y el débil desempeño de las exportaciones aumentará la presión para una mayor depreciación de su moneda.

Por otra parte, los inversionistas iniciarán hoy la jornada con el comportamiento de la inflación de septiembre en Estados Unidos. Si esta resulta de 0.3% mensual y de 1.5% anual cómo espera el conceso de los especialistas, las posibilidades de una alza en la tasa de interés de la Fed para diciembre podrían aumentar.

Los mercados accionarios en Estados Unidos terminaron ayer la jornada a la baja tras comentarios del vicepresidente de la Fed, Stanley Fischer, donde resaltó los riesgos de las tasas bajas destacando el incremento en la vulnerabilidad de la economía. “Estamos muy cerca de nuestros objetivos” de empleo pleno y de inflación de 2%, sostuvo.

“Los límites que impone una tendencia de tasas de interés bajos pueden llevar a una recesión más larga y profunda cuando la economía se ve afectada por perturbaciones negativas”, dijo Fischer en una conferencia en el Economic Club of New York.

El número dos de la Fed explicó que cuando los tipos de interés están en niveles tan bajos suele ser una señal de que las perspectivas de crecimiento a largo plazo son “poco prometedoras”, y provocan que la economía sea “más vulnerable”.

Si bien la inflación subyacente lleva 10 meses en línea o por encima del objetivo inflacionario de la Fed de 2%, el deflactor del índice de precios al consumidor, excluyendo alimentos y energía —medida predilecta de precios de la Reserva Federal— se encuentra en niveles de 1.7%, todavía por debajo de la meta objetivo de las autoridades monetarias.

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