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Desde el espacio, la NASA ha capturado una silueta de una enorme palmera tendida sobre el océano, es la más grande del mundo y se podría distinguir a simple vista desde la Luna.
La visión desde el aire sorprende y no sólo la NASA la puede ver: caer al vacío con el viento en la cara y con la imagen de esa gran palmera acercándose, es posible saltando de una avioneta a una altura de casi 4 mil metros.
La caída libre dura un minuto aproximadamente hasta que el instructor abre el paracaídas y comienza el pausado descenso de cinco minutos, tiempo suficiente para admirar las Islas Palm hacia la zona de aterrizaje, en Dubai.
Nadie pensaría que ahí abajo, un pequeño puerto donde antes atracaban barcos pesqueros y la principal actividad era el comercio de la perla marina, llegan ahora los yates más lujosos.
En este lugar han invertido gran capital los futbolistas David Beckham, Michael Owen y Diego Armando Maradona; los actores Brad Pitt y Angelina Jolie; la modelo Naomi Campbell; y hasta el aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.
Para su desarrollo, esta isla futurista en Dubai necesitó de mucha imaginación y recordar la advertencia hecha por el Jeque Rashid bin Saeed Al Maktoum al pueblo sobre la crisis petrolera.
"Mi abuelo se desplazaba en camello, mi padre se desplazaba en camello, yo conduzco un Mercedes, mi hijo conduce un Land Rover, su hijo también conducirá un Land Rover, pero el hijo de éste volverá a desplazarse en camello", decía el Jeque para recordar que el petróleo no duraría siempre y que no era posible que Dubai dependiera exclusivamente de este recurso.
El descubrimiento de pozos de crudo en los años sesenta y la llegada de los petrodólares permitieron al jeque Rashid bin Saeed Al Maktoum (quien estuvo en el cargo desde 1958 hasta su fallecimiento en 1990) transformar su poblado de recolectores de perlas en una ciudad moderna y también ambiciosa.
Tras su muerte, su hijo heredó el cargo y sus planes fueron aún más ambiciosos que los de su padre.
“Todo lo que Rashid hizo fue visionario, pero muy criticado en su momento”, según el libro City of Gold. Su hijo y sucesor en el cargo, el jeque Mohamed, se enfrentó medio siglo después al mismo cuestionamiento: ¿realmente se necesita una isla artificial en forma de palmera? ¿era necesario construir el edificio más alto del mundo?
Actualmente el turismo de alta gama, los comercios de lujo y el sector inmobiliario son su principal motor económico y el emirato depende sólo un 5% de la producción petrolera.
Islas Palm: proyecto del nuevo milenio
En 2001 se inició la construcción del mega proyecto de las Islas Palm, las enormes islas artificiales hechas por la mano del hombre.
El proyecto de Palm Jumeirah finalizó en 2008 y está formado por un conjunto de islas artificiales con forma de palmera compuesta por un tronco, 17 ramas y un semicírculo que actúa como rompeolas.
Para su construcción fue necesario extraer arena del fondo del Golfo Pérsico, luego ésta fue arrojada por un barco y guiado por un sistema de GPS.
La cantidad de arena y roca empleada en la construcción de la isla podría formar un muro de seis metros de altura que daría tres veces la vuelta a la Tierra.
Las islas cuentan con hoteles lujosos, villas residenciales, casas exclusivas, apartamentos costeros, puertos deportivos, parques temáticos acuáticos, restaurantes, centros comerciales, instalaciones deportivas, spas, cines y varios sitios de buceo.
La isla artificial que muchos consideraron el mayor error de cálculo de la historia inmobiliaria se convirtió en el más grande éxito para una de las economías de mayor crecimiento en el planeta.