México debe continuar con los esfuerzos de reducir su deuda y postergar aumentos adicionales en las tasas de interés en un contexto de menores ingresos petroleros para evitar un desgaste en la credibilidad de las políticas, mayores costos de financiamiento y dificultad para hacer ajustes futuros, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).


En el Informe Panorama Económico Regional para América Latina y el Caribe, estableció que México ya no tiene margen de maniobra para hacer ajustes en la política fiscal debido a que el nivel de deuda está por arriba del promedio de economías emergentes.


Destacó que la deuda bruta del sector público en México se colocará en 54.9% del producto interno bruto (PIB) en 2016 y que para 2017 seguirá en el mismo nivel, según los principales indicadores fiscales que se incluyen en el informe que también contiene el efecto de la depreciación del tipo de cambio a la inflación, la vulnerabilidad de la deuda corporativa en América Latina y los retos en materia de infraestructura.


“En México, dados los menores ingresos por materias primas y los niveles de deuda por encima del promedio de las economías de mercados emergentes, resulta adecuado redoblar los esfuerzos para ampliar el espacio fiscal”, se ponderó en el reporte que se presenta hoy en conferencia de prensa el director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.


De acuerdo con el documento, es crucial revertir la tendencia pasada de cambios reiterados en la trayectoria de la deuda, más allá de lo realizado cada año para evitar el desgaste de la credibilidad de las políticas y el aumento de los costos de financiamiento, lo que podría dificultar la aplicación de futuros ajustes.

Advirtió que si el shock de precios del petróleo persiste, aumentaría la carga de la consolidación fiscal a mediano plazo.

En relación a la política monetaria, el Fondo Monetario consideró que al tener un traspaso limitado de los ajustes del tipo de cambio a los precios internos y una dinámica inflacionaria moderada, el banco central podría posponer aumentos adicionales de las tasas de interés de política monetaria.

Se prevé que México siga creciendo a un ritmo moderado del 2.4 por ciento en 2016, pronóstico revisado que ya había dado a conocer el 12 de abril en la actualización de perspectivas económicas en el marco de la reunión de Primavera del FMI y el Banco Mundial.

Lo anterior, respaldado por una vigorosa demanda interna privada y los efectos derrame derivados de la fortaleza económica de Estados Unidos, aunque alertó que el desempeño deficiente de la producción industrial de Estados Unidos aumenta el riesgo a la baja para el crecimiento.

Estimó que la depreciación del peso y el abaratamiento de los precios de la electricidad deberían impulsar las exportaciones y la producción manufacturera.

Por otro lado, el FMI dijo que frente a la depreciación de las monedas en la región, es importante vigilar el nivel de endeudamiento de las empresas.

Aunque apuntó que las probabilidades de incumplimiento siguen siendo escasas en Chile y México en 2016 y 2017.

También observó que es necesario mejorar la eficiencia en la inversión pública en América Latina, sobre todo en infraestructura por medio de asociaciones público-privadas.

tcm

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