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maria.saldana@eluniversal.com.mx
La baja de precios de dispositivos móviles inteligentes de gama baja, y la posibilidad de comprar celulares de segunda o hasta de tercer uso, ayudó a que sea cada vez más raro que haya poblaciones rurales sin aparatos de telefonía móvil, aseguró la subsecretaria de Comunicaciones, Mónica Aspe.
En entrevista con EL UNIVERSAL dijo que en los últimos cuatro años cambió la realidad en esas zonas, y ahora en entidades donde se registra más pobreza, como Guerrero, Oaxaca o Chiapas, se registra un uso intensivo de banda ancha, sobre todo alrededor de sitios públicos.
Y es que la población se acerca a estos lugares para conectarse con sus dispositivos móviles, agregó la funcionaria de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Ante esa situación, a raíz del recorte presupuestal que sufrió el programa México Conectado para 2016, la SCT analiza en qué lugares invertir y cuántos sitios conectar, explicó.
Aspe explicó que los grandes temas que atiende actualmente son el apagón analógico, la licitación de la red compartida ―que tiene como premisa mejorar en cobertura, calidad y precio―, el Sistema Satelital Mexicano (Mexsat), México Conectado y el uso eficiente de los activos públicos, porque la ineficiencia en el uso de infraestructura encareció los servicios.
Comentó que la reforma de telecomunicaciones de 2013 “fue la más exitosa en términos de reducción de precios, porque bajar los precios 20% no se ve en ningún sector”.
Ahora con el proyecto de la Red Compartida se espera una reducción de costos para los operadores de banda ancha, que podrían operar de manera más barata.
Sin embargo, reconoció que para ver más resultados hay que seguir con la implementación de la reforma.
“Vamos a seguir viendo reducción de precios”, aseguró, pero en el caso de la Red Compartida es un proyecto que tomará siete años en terminarse, de manera que aún no se puede saber cuándo se dará la disminución.
“Es imposible hacer una predicción de cuánto costará en una empresa dar un servicio”, agregó.
Infraestructura satelital
La subsecretaria dijo que otro de los grandes temas que atiende es el análisis para determinar si se comprará un satélite que sustituya al Centenario, equipo que explotó el día de su lanzamiento, realizado el pasado 16 de mayo de 2015.
“El seguro se cobró completamente, y nos ayudó el tipo de cambio para cobrar más”, destacó. Sin embargo, el gobierno aún no ha determinado la estrategia que se implementará para reponer esa infraestructura.
El análisis de cuáles serán las mejores alternativas es complejo, pues se trata de una decisión de seis actores que conforman el grupo de trabajo, y se necesita una definición técnica y financiera por consenso.
La planeación del satélite Centenario se hizo hace siete años y la situación ha cambiado, por eso el análisis se hace en dos sentidos, dijo.
Primero, reconocer el cambio tecnológico y hacer una actualización para ver qué conviene más ahora, y también analizar las condiciones presupuestales y financieras, porque hay alternativas que no implican pagar por completo el satélite, sino un monto financiado por los años de vida.
Aunque la entrega de un satélite implica 36 meses después de firmado el contrato, Aspe aclaró que la decisión que se tome será transexenal.
Estrechez presupuestal
El recorte anunciado para este año por el gobierno tendrá repercusiones en la operación de la SCT, dijo, pero en medio del complejo entorno se debe ser responsable y más creativo.
En el caso de la Red Compartida no se requiere una asignación de gasto, ya que es una asociación público-privada y no tuvo afectaciones. El gobierno solamente hará aportaciones en especie, como el acceso a la banda de 700 megahertz, y ofrecerá la posibilidad de utilizar una serie de hilos de fibra negra de la CFE.
En el programa México Conectado, destacó una donación de software por parte de Microsoft equivalente a 3.5 millones de dólares.
“La meta numérica de este año no la hemos hecho pública, la estamos analizando, con el cambio presupuestal. Una parte es el número de sitios a conectar, y otra las características de los lugares por conectar”, comentó.
Aspe destacó que el sector de telecomunicaciones avanza a ritmos más acelerados que la economía en su conjunto, a tasa de 21% anual, una situación que es producto de la reforma sectorial. Tan sólo en 2015, el sector recibió inversiones por 3 mil millones de dólares, 12% más que en 2014.