El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, destacó que la Secretaría de Hacienda utilice los remanentes de 239 mil millones de pesos para disminuir la deuda pública, con lo cual podría reducirse entre 0.8 y 1% del PIB.
“Es adecuado que se utilice para disminuir deuda porque son ingresos no recurrentes. No se puede predecir el tipo de cambio por lo cual es importante que se reduzca la deuda y no se destine en gasto recurrente porque se tendría un desequilibrio más adelante”, destacó el funcionario en su comparecencia ante la comisión de Hacienda del Senado.
Sobre la política monetaria, aseguró que seguirá muy pendiente de la evolución del tipo de cambio y su posible impacto en los precios al consumidor.
“Hemos visto que ese traspaso ha sido relativamente bajo pero eso no quita que tenemos que tener una posición vigilante en esa relación”, destacó.
En tanto, Carstens comentó que se estará muy atento a la política montaría que prevalezca por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
“Tenemos que guardar una posición monetaria relativamente fuerte ante Estados Unidos porque si sigue apretando su política monetaria y nosotros no lo hacemos, eso podría generar flujos de capital hacia afuera que afectaran al tipo de cambio y eso podría ir alimentando también la inflación, podríamos tener mayores presiones inflacionarias ante lo cual el banco podrían aumentar las tasas de interés sobre todo para consolidar la convergencia eficiente de la inflación al objetivo de 3%”, añadió.
Carstens recordó que el pronóstico de crecimiento del Banco de México para 2015 es en un rango de 2 a 3% y espera que al cierre de año la inflación se mantenga en la meta del banco central de 3%.
tcm
