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La Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México anunciaron un plan de medidas para enfrentar el deterioro económico global, que incluye recorte al gasto público, incremento en la tasa de interés y la suspensión de subastas de dólares.
En Palacio Nacional, el titular de Hacienda, Luis Videgaray, informó que se va a realizar un ajuste preventivo al gasto público de 132 mil 300 millones de pesos en este año. A Pemex le toca el mayor sacrificio, con un recorte de 100 mil millones, y los restantes 32 mil millones le corresponden al gobierno federal.
El funcionario descartó un impacto negativo al crecimiento económico porque el apretón presupuestario recae 60% sobre el gasto corriente, y el restante 40% en el de inversión.
El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, anunció que la junta de gobierno del instituto decidió subir la tasa de referencia en 50 puntos base, para pasar de 3.25% a 3.75%, lo que a decir de analistas significa un encarecimiento del costo del dinero.
Durante el evento se aprovechó para informar que la Comisión de Cambios, integrada por Hacienda y Banxico, decidió suspender la subasta de dólares y sólo va a intervenir directamente de manera discrecional cuando sea necesario como ocurrió ayer, acción que calificó como una “protesta” frente al mercado.
El especialista en finanzas públicas, Alejandro Villagómez, dijo que el anuncio del recorte y las medidas de política monetaria son una señal importante para los mercados financieros y los inversionistas de que hay una intención de mantener un manejo prudente de las finanzas públicas.
El economista en jefe de Barclay México, Marco Oviedo, dijo que Hacienda y Banxico están poniendo “toda la carne al asador” y se quedan sin herramientas para cuando las cosas se pongan peor.
La directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, Gabriela Siller, calificó las medidas de extraordinarias que pintan un panorama similar al de 2008.
El director de Moody Analytics, Alfredo Coutiño, consideró que subir la tasa fuera de calendario puede ser una señal de debilidad, pero haberla demorado pudo tener más costos.
