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En la mitad de la administración del presidente Enrique Peña, no se rompió la inercia del bajo crecimiento; fueron insuficientes los avances para reducir la pobreza; hace falta crear empleos en cantidad y calidad; en materia de seguridad se avanza, pero aún sigue el problema, se requiere concretar la legislación secundaria anticorrupción; con lo que se complementará el logro de las reformas, aseveró el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani.

Aunque las 12 reformas estructurales que se aprobaron al inicio del sexenio dieron un renovado rumbo al país, el entorno económico internacional se complicó económica y geopolíticamente “con creciente inestabilidad, debilidad en el crecimiento y fenómenos como la caída de los precios del petróleo”, dijo en su mensaje semanal La Voz del CCE.

Se presentaron también sucesos lamentables en materia de violencia e inseguridad desde fines de 2014, que conforman los “grandes pendientes de la segunda mitad del sexenio”.

Ante los retos, es importante que no nos distraiga la carrera política rumbo a las elecciones presidenciales, sino que debiéramos centrarnos en lograr que rija a plenitud el Estado de derecho, la gobernabilidad democrática que tenga instituciones sólidas y representativas.

Dentro de los aspectos positivos de los tres primeros años del sexenio está el crecimiento anual promedio de 2%, mucho mayor a los dos sexenio anteriores; hay baja inflación y la generación de empleos formales casi llega a 1.9 millones en los tres años; sin embargo debieran crearse 1 millón al año y hace falta mayor calidad de los trabajos.

tcm

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