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En los primeros nueve meses del año, la cuenta corriente de la balanza de pagos en México acumuló un déficit por 24 mil 741 millones de dólares, equivalente a 2.9% del Producto Interno Bruto (PIB), y la tasa más alta desde 1998 cuando llegó a 3.2% del PIB.

De acuerdo con la información dada a conocer por el Banco de México, los resultados en cuenta corriente hasta septiembre confirman el menor dinamismo del sector externo.

Ello se debió a la pronunciada contracción de las exportaciones petroleras y al menor dinamismo de las ventas manufactureras al exterior, resultado del deterioro de la producción industrial de Estados Unidos y la débil demanda global, explicó Joan Domene, analista económico de Invex.

En el tercer trimestre del año, la cuenta corriente de la balanza de pagos en México registró un déficit por 8 mil 856 millones de dólares, superior a los 7 mil 561 millones de dólares del segundo trimestre y 185% mayor a los 3 mil 106 millones reportados en el tercer trimestre de 2014.

La cuenta corriente comprende la balanza de bienes y servicios, la balanza de renta y la balanza de transferencias. La primera registró un déficit de 9 mil 852 millones de dólares en el tercer trimestre del año, cifra 89.2% superior a los 5 mil 207 millones de dólares reportados en el mismo trimestre del año anterior.

La balanza por concepto de rentas en el exterior alcanzó un déficit de 5 mil 404 millones, 47.8% mayor a los 6 mil 657 millones registrados en el tercer trimestre de 2014. Por el contrario, la balanza de transferencias reportó un superávit por 6 mil 401 millones de dólares, debido al repunte de las remesas familiares que alcanzaron un incremento de 9.7% anual.

La cuenta financiera de la balanza de pagos registró un superávit por 8 mil 339 millones de dólares en el tercer trimestre del año, lo que permitió financiar buena parte del déficit en cuenta corriente.

Dicho superávit se debió a entradas netas por 7 mil 632 millones de dólares en inversión extranjera directa de julio a septiembre de este año.

Por su parte, el flujo inversión extranjera de cartera se desaceleró al sumar solamente 933 millones en el tercer trimestre de 2015, cifra muy inferior a los 10 mil 743 millones reportados en el trimestre inmediato anterior, con lo que llegó a su nivel más bajo desde el cuarto trimestre de 2009. Lo anterior obedece a bajos valores emitidos al exterior por parte del sector público y privado.

La inversión directa de empresas mexicanas en el exterior en el tercer trimestre del presente año se redujo en 483 millones de dólares, revirtiendo la tendencia registrada en el primer semestre de 2015, de acuerdo con los datos más recientes de la balanza de pagos del país dados a conocer por el Banco de México.

Por último, hubo una reducción de la reserva internacional bruta de 12 mil 377 millones de dólares, como resultado de las medidas adoptadas por la Comisión de Cambios para proveer de liquidez al mercado cambiario.

El saldo de la reserva internacional bruta se ubicó al cierre de septiembre en 181 mil 929 millones de dólares.

El escenario internacional adverso y el bajo dinamismo de las exportaciones petroleras apoyará la persistencia de un déficit en cuenta corriente amplio. Sin embargo, la tracción del consumo estadounidense y la depreciación del peso deberán impulsar las exportaciones no petroleras, opinó Joan Domene.

Por otro lado, la captación de recursos del exterior se mantendrá firme debido a las reformas estructurales y la inversión de cartera responderá positivamente a la diferenciación de riesgo del país respecto al resto de economías emergentes ante el inminente incremento de tasas de Estados Unidos, concluyó el especialista.

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