Desde principios de año, diversos medios masivos hicieron sátira para promocionar sus actividades periodísticas, en las que de manera cómica se burlaban del hecho de que el gobierno ruso podría participar en la elección estadounidense.

Ahora de manera abierta, el presidente ruso está presente en la elección presidencial estadounidense.

Si bien en el Super Bowl más reciente tuvo poco  más de 120 millones de espectadores, en realidad es prácticamente la mitad de quienes han visto la entrevista que le realizó Tucker Carlson a V. Putin, que ya supera los 200 millones.

El periodista le pregunta al gobernante ruso ¿a quién prefiere en la Presidencia de EUA? y Putin le contesta “A Biden, porque es más predecible que Trump”.

El sarcasmo político del presidente ruso es elocuente, agresivo y excepcional.

Los electores de Estados Unidos están siendo nuevamente testigos de cómo Rusia le disputa a su país, el manejo de su propia elección presidencial.

Biden, en lugar de poder defenderse de ello, ha tenido que salir al paso para decir que a pesar de su edad trabaja mucho y tiene buena memoria, y justo mostró confusión sobre el nombre del Presidente mexicano.

Con estos deslices, Biden es el primero en no poder hacer frente a las campañas de desinformación tanto del gobierno ruso como de su adversario, lo que en realidad fortalece las posiciones del ex Presidente.

Conforme avanzan los procesos legales anti Trump, la posición del electorado estadounidense no está nada entusiasmado con la edad avanzada de ambos candidatos y su impacto contra el aspirante republicano va decayendo.

Se mantiene vívida la discusión dentro y fuera del partido demócrata, si aún hay tiempo y si es cada vez más inevitable cambiar la estrategia y al candidato presidencial.

A pesar del triunfo legislativo de Biden logrado respecto al financiamiento para la guerra a favor de Ucrania y el conflicto israelí-hamas-palestina, el escenario mediático se mantiene nublado para sus aspiraciones.

Sobre todo ante el hecho de que no consiguió fondos federales y respaldo de legisladores para atender la problemática fronteriza migratoria con México.

Biden sigue teniendo gran dificultad para convertir sus victorias políticas en avances electorales consistentes.

En el caso de Trump, acostumbrado a sacar raja de todas sus jugadas de poder, probablemente se topó con pared en sus declaraciones sobre la OTAN.

En política exterior desacreditar a los amigos y aliados de EUA desacreditando a la OTAN, no supondría una jugada favorable para el republicano presidencial, salvo que se quiera modificar el peso de Europa en la guerra ruso-ucraniana, en lógica directa trumpiana de guiño con el electorado estadounidense dándola por perdida.

En fin, el reloj de las guerras y conflictos instigados por Rusia y la consistente hasta ahora campaña de Trump, evidencia que los riesgos y las decisiones clave, están más del lado de las decisiones de riesgo para Biden, las élites y el futuro electoral de los demócratas.

Pedro Isnardo De la Cruz es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales y profesor en la UNAM. Publicó en 2017 Decisiones estratégicas presidenciales en EUA: El aprovechamiento de la ocasión en crisis de Seguridad nacional y Terrorismo. George W. Bush y Barack Obama (2001-2012).

Juan Carlos Barrón es Licenciado en Administración, Maestro en Estudios para el Desarrollo por la Universidad de East Anglia (Norwich, Inglaterra) y Doctor en Filosofía del Desarrollo Internacional. Actualmente es Secretario Académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.

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