Tal como empezó la presente temporada, el mexicano Sergio Pérez no deja de ser el tema principal de los titulares no sólo de la Fórmula 1, sino del mundo deportivo. La noticia de su posible no continuidad con la escudería austriaca, con contrato firmado hasta 2026, inunda redes sociales, programas de TV, radio, podcast y charlas entre fanáticos, a favor y en contra.
La polémica se encendió cuando Christian Horner, jefe de Red Bull Racing, dio a entender al término del pasado Gran Premio de Qatar que era Pérez quien, “como adulto”, debería tomar la decisión de apartarse del equipo ante sus malos resultados. Esto la prensa europea lo tomó como bandera, bajando al de Jalisco de RB para ascender al neozelandés Liam Lawson como compañero de Verstappen en 2025.
Sin embargo, la posición de Horner es demasiado cómoda, por decir lo menos. Le pide al mexicano que cortesmente renuncie al equipo para ahorrarle a Red Bull entre 20 y 40 millones de dólares, volviéndolo embajador en presentaciones alrededor del mundo, tal como sucede con el inglés David Coulthard. Deja de lado que Ford está entrando como motorista a partir de 2026 de la mano de Pérez, en donde el mexicano ha sido el protagonista para la marca del óvalo azul de sus eventos de mercadotecnia. Igualmente que Checo no ha recibido todas las herramientas humanas y técnicas necesarias para rendir, además de sus propias fallas ha sido capaz de entregarles lo que ningún otro piloto, un subcampeonato.
También se olvida que Red Bull mismo aprobó un paquete de nuevos patrocinadores que entrarían al garaje del equipo con el piloto de Jalisco y que la indemnización a Pérez no sólo tendría que ser para él, sino también a marcas como Telcel, Claro, Inter o Tequila Patrón, lo que elevaría aún más el costo de su partida.
La renovación de Checo Perez en junio para quedarse con RB en 2025 y 2026 fue un logro para el de Jalisco y un descuido para el equipo, pues el manager del piloto desde su época en Force India, el experimentado inglés Julian Jakobi, quien también gestionó los destinos de Ayrton Senna o Alain Prost, puso una cláusula de rescisión prácticamente impagable en estos momentos para el equipo.
Es una realidad que Red Bull ya no quiere en el equipo a Checo, pero hay un documento firmado que debió pasar por el escritorio del equipo legal de la familia Slim, por lo que la escudería de Milton Keynes dejó de tener poder sobre Pérez, y no puede deshacerse de él como lo hizo con Pierre Gasly, Daniil Kvyat, Alex Albon, Javier Alguersuari y hasta el mismísimo Daniel Ricciardo, en donde bastó un chasquido para que no completaran sus temporadas.
La moneda está en el aire, pero la razón legal la tiene el mexicano.
@jorgedialogante