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París.- La ceremonia de reapertura de la Catedral de Notre Dame, este sábado en París, concebida como un evento internacional de primer orden, se convirtió a la vez en un juego diplomático donde también contó la ubicación protocolar de los dignatarios tanto nacionales como extranjeros.
En ese sentido no pasó desapercibido el orden de los asientos en la primera fila de la ceremonia, destinados desde luego a los invitados más importantes, y que se distribuyeron de manera llamativamente peculiar.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, no se sentó junto a su esposa Brigitte, como cabría esperar según el protocolo habitual en estos eventos. Entre la pareja presidencial francesa había otro invitado, el mandatario electo de Estados Unidos, Donald Trump.
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De izquierda a derecha se sentaron así Macron, Trump, Brigitte y luego Jill Biden, la primera dama de Estados Unidos, que asistió en nombre de su marido Joe. Brigitte se ubicó así entre Trump y Jill Biden, como cierre de un ordenamiento que pareció destacar al norteamericano como invitado estrella.
Ya la prensa francesa había destacado la presencia de Trump como un éxito de Macron, lo que fue descrito como un “golpe diplomático”. El líder francés había sido también el primer líder extranjero en felicitar públicamente a Trump por ganar un segundo mandato el mes pasado.
Según indicó CNN, los detalles de la visita de Trump se fueron perfilando a lo largo de varios días, pero el presidente electo había manifestado a su equipo su deseo de asistir. Hace tiempo que siente fascinación por la catedral, e incluso tuiteó angustiado hace más de cinco años cuando un incendio arrasó el edificio.
Por otro lado, quien estuvo ausente fue Joe Biden, el actual mandatario, que según su oficina de prensa no asistió al evento por “problemas de agenda”.
Durante una conferencia de prensa, el viernes, los periodistas acreditados en la Casa Blanca insistieron en preguntarle a la vocera presidencial, Karine Jean-Pierre, sobre los motivos de la ausencia de Biden. Dudaron incluso que hubiera sido invitado por Macron.
“Como saben, la primera dama asistirá como parte de su viaje a Italia, Emiratos Árabes Unidos y Qatar, por lo que representará a la administración. Ambos fueron invitados a asistir a la reapertura de Notre Dame. El presidente ha tenido un conflicto de agenda por lo que no ha podido asistir”, dijo Jean-Pierre.
“Sí, tuvo un conflicto de agenda, por eso decidió no asistir, pero la primera dama está allí y él está muy orgulloso de que nos represente”, insistió la vocera, tras una segunda pregunta sobre el tema.
Jill Biden partió el martes en su último viaje al extranjero en solitario como primera dama, una salida de seis días por cuatro países a través de Italia, los Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Francia.
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