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El robo de autopartes es un delito que se mantiene en la Ciudad de México y, según ajustadores y abogados, el mercado negro contribuye a que siga siendo difícil de atacar.
Agentes de investigación de la fiscalía y policía capitalina tienen ubicados los deshuesaderos, en las alcaldías GAM, Iztapalapa, Xochimilco y Tláhuac y la Cuauhtémoc, donde se venden lo robado, desde autos completos hasta distintas piezas. En estos lugares se puede encontrar a mitad de precio la computadora de un Versa, un Jetta o un Aveo.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se constató que, por ejemplo, la computadora —ya con instalación— cuesta 3 mil pesos más o menos, dependiendo del año, mientras que de agencia o en Mercado Libre o Amazon la misma pieza original ronda los 10 mil pesos, aparte se debe buscar a un mecánico especializado para la instalación, cuyo precio asciende a 3 mil pesos como mínimo.
“Es a lo que nos referimos cuando explicamos que se debe acabar ese mercado negro. Todo se puede conseguir en el mercado negro a mitad de precio y eso mismo fomenta que se sigan robando estas piezas porque uno como víctima no tiene garantías de nada, sólo unos cuantos tienen el seguro de su auto, por eso uno mismo tiene que asumir esos gastos y de ahí se prefiere otra vez lo robado o lo más barato”, expuso Marisa Pastrana, ajustadora de seguros.
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“El tema es más complicado de lo que parece, así son nuestras leyes y ni modo, creo que por eso se propicia este ciclo de nunca acabar, porque primero debe haber una denuncia y con base en eso la fiscalía investiga y determina si intervienen un lugar donde tiene una sospecha razonable de que pueden existir una o más piezas robadas, de lo contario, aunque los venden frente a ellos no pueden hacer nada”, añadió.
“El problema es que nadie reporta el robo de una luna, de un retrovisor, de una llanta, sólo lo hacen los que tienen seguro, porque solamente así lo pueden cobrar, entonces de otra manera lo que hace el afectado es ir a los mismos deshuesaderos y comprar la misma pieza robada, es increíble y aunque se la vendan, pues simplemente ninguna autoridad puede hacer nada, cómo demuestras que es la tuya, que te la robaron si ni siquiera hay un reporte”, dice Raúl Vela, abogado que sostiene una batalla legal con aseguradoras que no respaldan a sus clientes en el robo de autopartes.
El negocio es redondo: una calavera o un faro que se roban en cuestión de minutos —al menos 10 al día, según cifras de la fiscalía— se vende, acorde con la marca del auto y el año, en hasta mil pesos a los deshacedores; en ese lugar el mismo producto lo revenden en 2 mil o 2 mil 500 pesos, cuando en las agencias el mismo faro está en mínimo 5 mil pesos y dependiendo de la existencia podría tardar de tres a cuatro semanas en llegar e instalarlo.
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Las cifras
Sobre las cifras del robo de autopartes, con base en las denuncias recabadas por la propia fiscalía capitalina, hay 11 mil 68 carpetas de investigación por este delito en 2023; las víctimas de estos atracos se concentran principalmente en las alcaldías Cuauhtémoc, Iztapalapa y Benito Juárez.
En promedio se roban mil piezas de algún auto por mes en esas demarcaciones; de estos atracos, la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina (SSC) logró detener in fraganti a 100 personas en el mismo periodo.
Por otro lado, la judicialización de los casos no llega a 1%. De ese universo, la fiscalía capitalina consignó ante un juez a un total de 30 delincuentes, de los cuales sólo tres llegaron a prisión, pero por otros delitos que van desde el narcomenudeo o agresiones al momento de su detención; esos tres estuvieron un máximo de cuatro meses detenidos, salieron y volvieron a robar.
“El problema de este delito es que tiene un gran mercado, uno muy grande y no hay sanción. Aquí si te roban un faro sabes en dónde conseguir a mitad del precio del original y justo ahí es donde deben combatir las autoridades, mientras no metan orden o no regulen ese mercado negro que está a la vista de todos, el robo de autopartes va a seguir, mientras exista quien compre algo robado para revenderlo, van a seguir robando piezas de cualquier tipo.
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“Eso es por una parte, por el lado legal también se debe legislar para que el robo en pequeño, a transeúnte, de autopartes e, incluso, el robo de celular se debe sancionar de manera fuerte, muy fuerte, porque es lo que más nos afecta a todos y no hay sanciones ejemplares.
“Y no sólo eso, ese delito ni siquiera es considerado grave y si a eso le sumamos que, por ejemplo, si detienen a uno robando faros y los artículos los tiene con él se le devuelven al propietario y no hay delito que perseguir; pero sí hay afectación porque tú como dueño de un auto debes pagar para que te arreglen todo, es decir, te roban la pieza, te la devuelven, pero para que tu auto esté bien tú mismo debes pagar. Increíble”, expone Luis Hinojos, penalista por el Colegio de la Frontera Norte (Colef).
Las autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la FGJ han realizado operativos para ir contra el robo de autopartes.
Tan sólo el jueves anunciaron la recuperación de 20 toneladas de autopartes en Iztapalapa y detuvieron a una mujer que encabezaba una banda delictiva.