En la más reciente entrega de su columna Vinícola en Tinta, Carlos Borboa le cuenta a los lectores de Menú sobre San Luis Potosí y su emocionante escena de vinos.
Decir San Luis Potosí es apuntar a uno de los territorios emergentes más interesantes de México… ¡Sí!, este estado no sólo posee un creciente desarrollo en la producción de vinos de calidad, sino que también es cuna de destilados ancestrales, como el mezcal de campanilla, y una pujante industria cervecera artesanal.
Esta semana tuve la oportunidad de recorrer San Luis Potosí junto a colegas y líderes de opinión internacionales, invitados a la octava edición del concurso de vinos y espirituosos México Selection by CMB, presentado por Audi. Confieso que pocos territorios en México me han sorprendido tanto por su evolución y rápido crecimiento, siempre alineado al enoturismo, como sucede en otras zonas del Altiplano.
Cifras recientes muestran el crecimiento del sector: más de 150 hectáreas productivas a lo largo de Soledad de Graciano Sánchez, Villa de Reyes, Moctezuma, Río Verde y Venado, donde hoy operan nueve proyectos vitivinícolas. Hace 20 años apenas se podían encontrar incipientes viñedos dedicados a la elaboración de mistelas y uno que otro brandy.
Aunque el resurgimiento del vino potosino es reciente, la historia vitivinícola de la región tiene raíces que se remontan al período virreinal. Hacia la última década del siglo XVII, San Luis Potosí era la segunda zona productora más reconocida en el territorio que hoy ocupa México, tan sólo después de Parras de la Fuente. Desde la Colonia, los viñedos y la producción de vinos se concentraron en el autoconsumo de ciertas familias asentadas en la región, alrededor de Santa María del Río, La Labor del Río, Bledos, Pozos y el Valle del Tangamanga.
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Actualmente, la actividad se concentra en áreas de altitud que rondan los 1,900 msnm, donde los climas semidesérticos y las marcadas diferencias térmicas favorecen la producción de uvas equilibradas, con frescura y buena acidez. Suelos arenosos, limosos y arcillosos, con alto contenido de minerales y buen drenaje, permiten obtener vinos con una expresión particular. Entre las variedades que han mostrado un desempeño destacado en San Luis Potosí se encuentran Sauvignon Blanc, Viognier, Chardonnay, Syrah, Merlot, Malbec, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Grenache, Pinot Noir, Nebbiolo y también Rosa del Perú, esta última orientada casi exclusivamente a la producción de la mítica mistela de Viña Cordelia, fundada en 1948 por inmigrantes catalanes.
Contrario a otras regiones del Altiplano mexicano, las bodegas vitivinícolas potosinas surgieron con un enfoque netamente productivo, más allá del enoturismo que hoy domina la escena nacional. Entre los proyectos que vale la pena observar se cuentan Pozo de Luna, Viña Cordelia y la icónica Cava Quintanilla, todas con excepcionales blancos y tintos tranquilos, monovarietales y blends, así como algunos vinos naranjas y espumosos de método charmat.
De lo probado a lo largo de la semana merecen mención el nuevo Laberinto Sauvignon Blanc de Cava Quintanilla, uno de los blancos más consistentes no sólo de San Luis Potosí sino de todo el país, Pozo de Luna Malbec, Viña Cordelia Ámfora, Bodega 1881 Disparo de Prueba y las líneas Reserva de Cava Quintanilla: Chardonnay, Nebbiolo y Blend.
¡Sí!, querido lector, San Luis Potosí hoy se posiciona como un destino imperdible para quienes buscan autenticidad y calidad. En este territorio, el vino es más que una bebida: es la conexión directa con el alma de una región en pleno renacimiento.
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Cava Quintanilla Laberinto Sauvignon Blanc
Dónde comprar: Mercado de Vinos
Precio: $538.00
Uva: Sauvignon Blanc
Zona de producción: Villa de Arista, San Luis Potosí
Vista: amarillo con reflejos verdosos, limpio y brillante
Nariz: explosivos aromas de cítricos, manzana verde, piña, durazno y pera, a los que se suman ligeros recuerdos de mantequilla y dulce de leche
Boca: potente en frutalidad, deliciosamente ácido, con mineralidad marcada y largo final de cítricos y frutos tropicales
Carlos Borboa es cocinero, sommelier y periodista. Columnista en El Universal y director del México Selection by Concours Mondial de Bruxelles.