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Los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación experimentan con más de 50 sustancias químicas con los mismos efectos del fentanilo, opioide sintético al que buscan sustituir por el endurecimiento de los controles para frenar su creciente tráfico ilegal, que ya generó una crisis de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Algunas sustancias con las que desarrollan nuevas fórmulas igualmente potentes que el fentanilo, son: el isotonitaseno, norfentanilo, 4-anilinopiperidina (N-fenilpiperidin-4-amina), 4-anilino-N-fenetilpiperidina, 1-boc-4-anilinopiperidina, fenilamino, piperidina, carboxilato de tert-butilo, según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes.
En 2018, dicha junta publicó una lista de 150 sustancias relacionadas con el fentanilo sin usos legítimos conocidos, basándose en la misma, el Programa Mundial de Interceptación Rápida de Sustancias Peligrosas (GRIDS) elaboró una segunda en la que detectó 56 opioides de experimentación, que los cárteles están empezando a usar en tabletas, polvo y ampolletas como sustituto de fentanilo.
De acuerdo con la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, los grupos criminales de Sinaloa y Jalisco rescataron fórmulas de medicamentos que se desecharon porque tenían efectos secundarios demasiado peligrosos, y los están retomando como sustitutos de fentanilo.
En su último informe sobre precursores y sustancias químicas frecuentemente utilizadas para la fabricación ilícita de estupefacientes y sustancias sicotrópicas, presentado en marzo, la junta reveló que después de que se restringió el uso de N-fenetil-4-piperidona y 4-anilino-N-fenetilpiperidina, los cárteles comenzaron a buscar alternativas a estos químicos.
