está convencido de que "algún día" será seleccionador de Francia, "el sumun" de su ambición, en la que también hay espacio para el banquillo del París Saint-Germain , aunque por ahora "no está de actualidad".
En una larga entrevista concedida en mayo pasado al diario L'Équipe y publicada este jueves con motivo de su 50 cumpleaños, Zizou repasa su carrera y habla de futuro, en el que figura sentarse algún día en el banquillo de los "bleus", con los que como jugador conquistó en 1998 el título mundial.
"Es lo más hermoso que puede haber (...) Lo quiero ser, claro, lo seré, espero, algún día. ¿Cuándo? Eso no depende de mí. Pero quiero cerrar el círculo con la selección", señaló el técnico, que mira de reojo un puesto que ocupa Didier Deschamps , al menos, hasta el Mundial de Qatar donde defiende el título logrado en 2018.
El entrenador recordó lo vivido con la selección y que eso "permaneció en la cabeza" y espera su momento: "Ahora hay un equipo al frente, con objetivos. Pero si se presenta la oportunidad, ahí estaré".
El técnico afirma que, entre tanto, quiere seguir entrenando y no descarta sentarse un día en el banquillo del PSG , el rival del Olympique de Marsella , el club de su ciudad natal.
"Nunca hay que decir nunca. Sobre todo cuando eres entrenador en la actualidad. Pero es una cuestión sin sentido, ahora no está de actualidad. Pero no hay cincuenta clubes a los que pueda ir", dijo.
Zidane recordó su fichaje como jugador por el Real Madrid en 2001, que justificó tras su etapa en el Juventus porque era "el mayor club del mundo".
El traspaso, 500 millones de francos (casi 80 millones de euros) era "el precio de un Airbus", el más alto en aquel momento de la historia, le pareció "alucinante" pero "no había otra opción" porque "la Juve tenía el derecho de pedirlo y el Madrid de pagarlo".
Zidane recordó las tres Champions League ganadas como entrenador con el Madrid, "un sentimiento formidable y profundo de haber cumplido".
"Ganar la Champions League nunca es suerte. Es trabajo. Sobre todo, tres seguidas. Trabajé como un enfermo. Trabajamos mucho. Mis jugadores creían en mí y yo en ellos. Ganar como jugador no supone la misma implicación", dijo Zizou.