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“Tenemos un capitán de agua y una defensa de plástico”, dijo Ángel Reyna hace poco más de seis años, cuando era jugador del América. Palabras que evidenciaron una ruptura en el vestidor americanista y su inminente salida de Coapa.
Y así se ha mantenido el delantero, de fuerte temperamento, sin arrepentimientos, franco dentro y fuera de la cancha.
“No me arrepiento de nada. Mi forma de ser es especial, me encanta ser de este carácter y tener esta explosividad, a unos les puede gustar y a otros no”, dijo Reyna en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes.
Desde su debut en la Primera División en 2005, el delantero tiene claro que las verdades son dardos que hieren a directivos y jugadores en el futbol nacional. “La verdad incomoda siempre, en cualquier rango de la vida, la verdad avala más cuando te lo dicen de frente, no quiero ser del montón, soy diferente”.
Y no por robar reflectores, el artillero mexicano siente la necesidad de la crítica constructiva. “Me da igual [la atención de la prensa]. Soy futbolista por la gracia de Dios y no para ser protagonista. El club me contrata para jugar futbol, son cosas que vienen en conjunto, aunque no sea de mi agrado estar dando entrevistas”.
El Ángel Exterminador es pieza fundamental del Celaya, con quienes anhela volver al máximo circuito, un objetivo que tendrían cerca, luego de cerrar como líderes la fase regular del Apertura 2017 del Ascenso. “No es cuestión de revancha, sino de metas, mi carrera ha estado llena de altibajos, pero hoy estoy más maduro. Voy por buen camino. El retiro nunca me pasó por la mente”, concluyó el delantero de 33 años.