Mientras se preparaba para presentarse con el uniforme de los Browns de Cleveland, el quarterback Deshaun Watson recibió un golpe demoledor: un reportaje del New York Times señala que durante 17 meses solicitó masajes a 66 mujeres diferentes, y 24 de ellas lo han demandado por acoso sexual y actos de violencia sexual.
Watson, quien en 2021 se negó a jugar con los Texans de Houston y pidió su traspaso a otro equipo de la NFL , firmó en marzo con los Browns. Su contrato, por cinco campañas, le garantiza un pago de 230 millones de dólares, 184 de los cuales se entregarían durante los primeros cuatro años del acuerdo.
Poco antes de que se firmara el contrato, una corte de Texas rechazó la solicitud de que se le iniciara un juicio penal por los 24 cargos derivados de violencia sexual y acoso.
Más allá del destino de esas 24 demandas, el hallazgo del diario ha provocado una enorme polémica sobre el comportamiento de Watson , quien llegó a la NFL en 2017 y en cuatro campañas lanzó pases para 14 mil 539 yardas de avance y 104 touchdowns.
Comentaristas de medios electrónicos y diarios han llamado a su equipo a sancionarlo por una conducta que califican como impropia y cuestionable.
Sin embargo, Kevin Stefanski , coach de lo s Browns , dijo el miércoles que no hará comentarios sobre el reportaje y la supuesta conducta del jugador y esperará la conclusión de los procesos legales antes de tomar cualquier decisión en relación al pasador.
El reporte señala que durante 2019 y 2021, el jugador buscó a mujeres que le dieran masajes y durante las sesiones les propuso tener relaciones o les hizo tocamientos; en muchos casos, usó habitaciones de un hotel de lujo en Houston propiedad de los Texas , el equipo para el que jugaba, e hizo que las mujeres firmaran un acuerdo de confidencialidad para no divulgar lo sucedido durante los masajes.
Pese a los llamados para que Roger Goodell , comisionado de la NFL sancione al jugador, la liga debe esperar al resultado de las demandas civiles para tomar una decisión.Mientras, el pasador no tendría más obstáculo para jugar que las cada vez mayores críticas en la opinión pública.
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