En el albero sevillano, el 23 de septiembre de 2022, Morante de la Puebla ejecutó una obra de arte -efímera en su ejecución-perene en la memoria, en los años por venir. Tal es el impacto que en su siguiente actuación el 25 de septiembre, el público de la Maestranza lo hizo salir al tercio como reconocimiento a lo plasmado en su albero, dos días antes. La faena era merecedora de rabo, mismo que se esfumó en la suerte suprema.

Y no estoy exagerando, el presidente del festejo-en México el título es juez de plaza- Gabriel Fernández , ya tenía preparados los pañuelos correspondientes por si era buena la estocada, finalmente y a pesar de las fallas con el acero concedió una oreja, la cual en la vuelta al ruedo Morante envió al tendido a un aficionado, extasiado seguramente de su creación en el ruedo, tal vez pensando en lo que hubiera sido lucir en su mano, un trofeo raramente otorgado en Sevilla.

El toro de los Hermanos García Jiménez , fue de pinta negro con 540 kilogramos de peso, se llamó Derribado y si bien en un principio hubo un gran número de asistentes que exigían su devolución, el ojo avizor del torero-que con la mano reiteradamente pedía esperar-demostró que llevaba razón, él supo ver y entender que el toro iba a funcionar, funcionó.

El de la Puebla conjuga técnica, arte y valor como pocos toreros la acopian en la historia del toreo, ahora en camino a tener más de cien actuaciones en la actual temporada europea donde cada actuación, es la caja de Pandora o de mago que de la chistera, extrae una sorpresa.

Derribado fue un toro que se la puso complicada al matador, embestía al principio con una leve descoordinación en el primer tercio, la cual fue desapareciendo por la lidia magistral del de la Puebla, con protestas se desarrolló el tercio de varas en que el astado apretó en su viaje en el primer puyazo y recibió uno más.

En el quite por chicuelinas impregnadas de suavidad y rematadas con una hermosa media verónica, los mariachis del tendido callaron-como diríamos en México al quedar perplejos de lo visto. En los primeros compases de muleta, Derribado se colaba en el viaje y con muletazos con la pañosa en ambas manos Morante fue embebiendo en la pañosa su embestida.

Morante: Faenón histórico en Sevilla
Morante: Faenón histórico en Sevilla

La faena fue un conjunto de muletazos con la derecha y con la izquierda, unos ligados, unos de uno por uno-de acuerdo a los momentos-la mar de bellos, el público le coreaba ¡Torero, torero! Arrojaba algunas prendas al ruedo en reconocimiento a lo que estaban presenciando y la sensación de alegría por ser testigos de una faena icónica. Felicidad pura fue su actuación la que una vez concluida-quién en algún tiempo fue su apoderado- Rafael de Paula -el de la música callada del toreo-abandonó el lugar en el callejón que ocupaba.

Sus compañeros de cartel Juan Ortega y Tomás Rufo pusieron de su parte por no irse inéditos, lo lograron por momentos, pero al estrellarse con lotes que no les dieron opciones, está por demás consignar que cuando la faena es de la altura que le vimos a Morante, lucirse está en arameo, ya habrá tiempo para verlos rayar a grandes alturas que es lo que Rufo en su primer año de alternativa ya ha logrado como quedo constancia al día siguiente en Talavera.

Al finalizar el festejo, la hija de José Antonio Carretero le cortó la coleta al buen subalterno y ahora apoderado en presencia de Tomás Rufo y Morante, fue un momento muy entrañable. Y hasta aquí dejo un relato que al hacerlo me hace imaginar una y otra vez lo visto en el ruedo, por eso es recomendable que busque en la red las imágenes de la faena y disfruté de lo que estoy describiendo de memoria-con base en las imágenes que vi en la transmisión del festejo-ya me dirá que opina.

En cuanto a los nuestros es importante enfatizar que con un buen toro de la Casa Baillères de Zalduendo en Logroño el 20 de septiembre, Leo Valadez logró una importante actuación con un trofeo, al igual que sus colegas de cartel, Antonio Ferrera y Paco Ureña. Las crónicas locales comentan que el presidente fue cicatero con el mexicano y fue ruidosamente criticado por su falta de criterio al no otorgar un segundo trofeo, según las mismas, era lo justo.

El 24 Zalduendo nuevamente dio pauta a una gran tarde en la que Morante, Emilio de Justo y Pablo Aguado , salieron en hombros de la plaza de Vera en Almería. En Guadalajara en el ciclo de novilladas los triunfadores fueron José de nombre y Dinastía de apodo en el toreo a pie, a caballo su tocayo José Funtanet y el novillero colombiano, se llevaron un trofeo por espuerta de novillos de San Pablo y el Saucillo, respectivamente el domingo 25.

Julián Garibay , novillero mexicano sufrió un grave percance en Moralzarzal en España , pero afortunadamente no fue así. El toreo como la vida tiene facetas y así como inicié con la gran actuación de Morante, cierro deseando que Julián se recupere de lo que pudo ser trágico. Que así sea.

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