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El 24 de junio de 1526, se conmemora el primer festejo taurino que recoge la historia de nuestro país, en la ciudad de México y, que se consigna en las Cartas de Relación de Hernán Cortés al rey de España, de ahí en adelante, diferentes ciudades del país tienen la propia.
En Monterrey, algunos historiadores locales consignan que hace más de 200 años, fue cuando se celebró el primer festejo en la capital del estado de Nuevo León.
Hace casi 84 años, el domingo 29 de agosto de 1937, fue inaugurada la Plaza de Toros Monterrey, a la que después se le agregó el nombre de Monumental y posteriormente, el de uno de los toreros más pasionales en la tauromaquia, Lorenzo Garza.
La corrida inaugural fue con el Maestro de Maestros: Fermín Espinosa Armillita y Lorenzo, también conocido con el mote de Ave de las Tempestades, llevando como sobresaliente, al aún novillero, Silverio Pérez, con toros de La Punta, en aquella época propiedad de los Madrazo.
Esos tres nombres: Armilla, Garza y Silverio, agrupan a una peña de muy buenos aficionados taurinos, que fue presidida por Aurelio Pérez y posteriormente por Gabino Lombana. Ambos lo hicieron hasta a su partida a la Gloria, hoy la encabeza Javier Jiménez Espriú.
Desde hace muchos años, la empresa taurina Espectáculos Taurinos de México de Don Alberto Baillères González, es la dueña del coso, que el 18 de junio pasado, remozado, tuvo su estreno. Fue el domingo 10 de octubre de 1971, cuando Don Alberto presentó su primera corrida con Luis Miguel Dominguín, Antonio Lomelín y Adrián Romero, con toros de José Julián Llaguno, en un coso de 17 mil localidades.
Por cierto, en la corrida sinfónica de Istres en Francia, el 18 de junio de 2021, un toro de Zalduendo de Don Alberto, propició una gran actuación de: Antonio Ferrera con dos trofeos de recompensa, Juan Leal uno; Morante sin redondear, dejó estelas de su concepto aromático del toreo. El encierro contuvo, de acuerdo a las crónicas, nobleza.
Grandes tardes de gloria se han celebrado en la monumental regia, en sus más de 80 años de existencia, se han dado muchas alternativas, dos memorables para la época de los sesenta del siglo pasado, lo fueron las de; Manolo Martínez y Eloy Cavazos.
El 7 de noviembre de 1965, Lorenzo Garza, torero en retiro, regresa para darle la alternativa a Manolo Martínez, que recibe el diestro regiomontano con el testimonio de Humberto Moro, con astados de San Miguel de Mimiahuápam, los tres toreros obtuvieron un trofeo y Manolo en su segundo astado sufrió una cornada.
Casi un año después, correspondió a Eloy Cavazos, convertirse en matador y también escalar la cúspide hasta llegar a figura del torero. A Cavazos le dio la alternativa Antonio Velázquez y el testigo fue Manolo Martínez el 28 de agosto de 1966. Eloy toreó mucho en esa plaza desde niño becerrista y Manolo desde novillero.
Fue Eloy, padrino de alternativa del malogrado Valente Arellano, el lagunero se convirtió en matador de toros el 3 de junio de 1984, con toros de San Miguel de Mimiahuápam y de testigo Miguel Espinosa Armillita, en el coso regio. Hoy en día y muy vigente, Eloy sigue dando muestra de vigor, en un festival actúo, mostrando grandes facultades en el ruedo de Cinco Villas y ahora es apoderado de Juan Fernando.
En el festejo que pone en actividad una renovada monumental, fue testigo del momento triunfal de: José Mauricio con dos trofeos en la espuerta, Juan Fernando voluntarioso y Sergio Flores sin conseguir trofeos, dio muestra que, en su próximo viaje a Francia, está listo para sus compromisos europeos. José Mauricio recibió la medalla Eloy Cavazos. Los toros fueron de José María Huerta y un sustituto de Guanamé, del tercero, de la ganadería titular.
El domingo con un muy buen encierro de Arroyo Zarco; Diego Silveti dos trofeos, El Zapata tres y Sergio Garza uno, resultando fracturado por una actuación, en la que, como sus colegas, pusieron toda la carne en el asador y por respeto a su compañero herido no se fueron en hombros.Buen fin de semana taurino vivió la Sultana del Norte.
Y remato por alto, comentando el triunfo de Calita en Villarejo de Salvanés, con dos trofeos y también salió en hombros, Arturo Gilio en Palenque de Hita, dejando en alto su nombre y el de México, en España.
