Kyle Schwarbe r no lo podía creer. Su batazo parecía tener todo: potencia y colocación, pero no fue suficiente para superar los reflejos de Trey Mancini, cuyo lance aseguró el triunfo de los Astros de Houston (3-2), que están a una victoria de ganar la Serie Mundial por segunda vez en la historia (2017).
Además, esa atrapada significó el fin de la maldición de Justin Verlander. El histórico lanzador por fin ganó un juego de Serie Mundial; después de intentos, el diestro por fin podrá anotar en su historial, una victoria en el Clásico de Otoño.
Antes de su apertura de esta noche, Verlander había salido al montículo en una Serie Mundial en ocho ocasiones (Detroit y Houston), con un récord de 0-6.
Pero el destino por fin le sonrió a ‘ JV’ , quien trabajó cinco entradas de cuatro hits, una carrera, cuatro pasaportes y seis ponches.
El más cerrado de los tres partidos en el Citizens Bank Park fue para el visitante, en buena parte, gracias a tres hombres: Mancini, Jeremy Peña y Ryan Pressly.
El primera base suplente (Mancini) acabó con la amenaza de los Phillies de Filadelfia en la parte baja de la octava entrada, el shortstop dominicano (Peña) se voló la barda y produjo dos carreras, mientras que el cerrador estrella (Pressly) le respondió a Dusty Baker a la hora cero.
El manager de los Astros le pidió algo que nunca había hecho en su carrera: Un salvamento de cinco outs. Lo logró, con el apoyo de Chas McCormick y su gran atrapada, pero lo importante es que están a un triunfo.
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