El torero mexicano Sergio Flores fue el ganador de la Oreja de Oro apoyado por un bravo toro, Compadre , cerrándose así la temporada de corridas mayores en la Plaza México.
El también mexicano Arturo Saldívar cortó otra oreja mientras que el franco-mexicano Michelito Lagravere, que confirmaba alternativa, se fue de vacío.
Se lidiaron reses de Arturo Gilio bien presentadas y encastadas, y de Cieneguilla , de desigual presentación y juego.
En los primeros 42 años de historia de la plaza monumental de la Ciudad de México se regaló un promedio de un toro cada 5,3 corridas, mientras que en los últimos 29 años el promedio es de un toro de regalo cada 2,63 corridas.
El aumento refleja la manera en que lo excepcional se ha hecho rutina.
El ciclo taurino 2018-2019 de la Ciudad de México en cuanto a corridas mayores se refiere, se cerró con otros dos toros de regalo difíciles de justificar.
Sus solicitantes, Arturo Saldívar y Michelito Lagravere, habían estado por debajo de sus contrincantes.
Además, la corrida se inició con casi una hora de retraso, debido a que los operarios de la plaza y las cuadrillas no fueron capaces de lograr que el primer toro entrase a corrales tras ser devuelto lesionado.
En el festejo, de casi cinco horas, destacaron los toros de Arturo Gilio por su presentación y, en especial, el toreado en quinto lugar por Sergio Flores, de nombre Compadre, por su bravura.
El torero mexicano obtuvo la Oreja de Oro de esta última corrida de la temporada con una faena que no acabó de aprovechar la gran embestida y trasmisión del toro.
Flores inició bien las tandas por ambos pitones, con pares de pases ligados cimbrados por la furia del toro, pero en vez de dejarse llevar y torear en profundidad optó por adornos que no lucían la codicia del animal con pureza.
Estos pases heterodoxos gustaron al público, Flores los aplicó en toda su lidia desperdiciando la casta del animal y sobre todo su excepcional pitón izquierdo sobre el que el torero ejecutó un par de buenos naturales.
Estocada al segundo intento, oreja para el matador y arrastre lento para el toro de Arturo Gilio. Con su anterior toro, Sergio Flores estuvo sobresaliente con el acero pero no logró hacerse con un animal que se fue crudo del caballo.
También sin picar se fue el primer toro de Arturo Saldívar. Otro buen animal de Arturo Gilio que toreó fuera de cacho Saldívar, y que acabó dispersándose de la muleta del de luces.
Al capote lo sometió con mucho temple y a la muleta realzó una buena tanda derecha. El juez le otorgó la oreja a pesar de la estocada caída y de mala trayectoria.
Tanto con el cuarto de la tarde como con el de regalo, Saldívar se fue entre pitos.
Michelito Lagravere
confirmaba la alternativa, pero no tuvo suerte con su invalido primero y no pudo con el complicado sexto. Con el de regalo ofreció algún pase suelto.
Gustavo Campos
salió a saludar al tercio, como en las otras seis ocasiones que puso banderillas este ciclo. Su último par, con el toro de la oreja de Sergio Flores , fue el mejor de la temporada.
Campos enfrentó al animal a escasos cinco metros, corrió al encuentro y aguantó lo indecible en la cara del toro para reunir los palos y dejarlos clavados en lo alto.
Compadre salió furioso tras él, que sin perder torería se refugió en el burladero del que salió a saludar solo cuando el toro se fue engañado por los capotes.
Así se dio por concluido el ciclo taurino de corridas mayores en la Ciudad de México.
Una corrida de la Oreja de Oro que era a su vez un festejo benéfico en el que los fondos recaudados en el evento se destinan a la Asociación Nacional de Toreros Mexicanos , y un homenaje al León de Tetela, Mariano Ramos.