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El negocio del deporte permite que varios empresarios crucen fronteras y ligas para inflar la cartera.
Tener una franquicia deportiva en un país no es suficiente para muchos hombres de negocios, quienes buscan en el mercado a la mejor organización para exprimirle todo el jugo necesario.
No necesitan que sus equipos compitan en la misma disciplina, al contrario, entre más lejos estén, es mejor.
El estadounidense Stan Kroenke le encanta tener franquicias en su poder, moldearlas y adquirir las mejores ganancias posibles. El empresario fue el encargado de mover a los Rams de Los Ángeles a San Luis, para que, 21 años después, regresarlos a California.
En 2000, Kroenke compró a los Nuggets de Denver (NBA), y, en 2011, también adquirió la mayoría de acciones del Arsenal, en la Premier League.
Kroenke Sports & Entertainment también son dueños del Avalanche de Colorado (NHL) y de los Rapids, equipo de la MLS. Según Forbes, el valor neto de Stan valen 7.2 mil millones de dólares.
Ayer, los Jaguars de Jacksonville se quedaron a un pasito de disputar el primer Super Bowl en su historia y que el empresario Shahid Khan disfrute los lujos como propietario. El pakistaní también es dueño del Fulham, que en estos momentos disputa la segunda división de la Liga inglesa.
Si se trata de equipos tradicionales John W. Henry es el mejor ejemplo, ya que los Red Sox de Boston (MLB) y el Liverpool (Premier Legue) están a su nombre, con un total de 2.5 mil millones de dólares.
Dietrich Meteschitz llevó a la marca de Red Bull a una potencia en la Fórmula Uno y a la Major League Soccer.