La pandemia del coronavirus cambió la vida diaria de las personas en todos los ámbitos de la vida con términos de autoaislamiento y distanciamiento social, que nos obligaron a muchos sectores de la población a adaptar las salas de nuestros hogares en oficinas.
Ante el reto más grande en lo que va de su carrera, (enfrentar a Holly Holm), la peleadora mexicana de UFC, Irene Aldana mantiene la base de sus entrenamientos en su casa de Guadalajara, donde utiliza desde garrafones de agua para hacer pesas y subir las escaleras como ejercicios cardiovasculares.
Aldana peleará con Holm, la mujer que terminó con el reinado e invicto de la leyenda Ronda Rousey, el 1 de agosto en una cartelera a puerta cerrada en Las Vegas.
“Es la pelea que me pone en la antesala de un título mundial. Medirme con Holm llega en el momento justo de mi carrera porque ya tengo la madurez y conocimiento necesario para este tipo de rivales”, declaró Irene Aldana.
Holm tiene récord de 3-5 en sus últimos ocho combates. Sin embargo, todas su derrotas —a excepción de la que sufrió con Valentina Shevchenko— fueron en peleas por un título de la UFC. “Todos saben del curriculum de Holm, una excampeona de boxeo que en UFC destronó a Ronda Rousey y que quiere continuar su legado”, añadió Aldana.
La mexicana arribará a Las Vegas con una semana de antelación para someterse a los protocolos sanitarios de la empresa.
Mientras eso ocurre, Irene seguirá entrenando en la sala de su casa y esperando para regresar al gimnasio en Guadalajara, en donde hará sesiones de sparring.
Con sus fuentes de ingresos severamente restringidas, el mundo de las MMA se enfrentan a una batalla por subsistir, por lo que Aldana agradece su gran oportunidad.
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