Es cierto que no alcanzan para tener ese pedazo de metal que suele significar hacerse inmortal en el deporte, pero Gabriela Agúndez solicita no despreciar ni demeritar a los atletas mexicanos que han terminado en ese puesto.
La clavadista bajacaliforniana finalizó en esa posición en el trampolín individual de los XXXII Juegos Olímpicos y subraya que “detrás de esos cuartos lugares hay mucho trabajo, mucho esfuerzo y también valen. Tienen su mérito y se trabajan hasta el final. Un cuarto lugar no es malo, pero no me conformo con eso”.
Por lo que ya tiene en la mente ser parte de los clasificados a París 2024 y ahí no dejar ir la presea individual, porque fue medallista de bronce en sincronizados en esta justa, al lado de Alejandra Orozco.
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Ya probó esa gloria, pero también desea la otra, en la que sube al podio sin compañía. “En mis siguientes Juegos Olímpicos, quiero estar dentro de las medallas” , advierte. “Los atletas mexicanos también tienen talento”.
Ella es la muestra, ya que fue medallista de bronce en los saltos sincronizados y cuarto lugar en individual, lo que demuestra la calidad que tiene. “Me voy muy feliz, disfruté mucho mis primeros Juegos Olímpicos , con un bronce en sincronizados y un cuarto lugar en individual”, valora. “Ya me di cuenta de que me gusta el podio olímpico y quiero estar ahí en París 2024. Ese es mi objetivo desde ahora”.