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Jueces, rivales, entrenadores, voluntarios y periodistas
, el único público presente en el gimnasio Ariake, despidió puesto en pie y con aplausos a la uzbeka Oksana Chusovitina , que compitió en sus octavos Juegos Olímpicos a sus 46 años.
La gimnasta, que comenzó su andadura olímpica en Barcelona '92 como miembro del Equipo Unificado , participó solo en su gran especialidad, el salto.
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Tras comprobar que la nota de sus dos intentos (14,166) no le daría para entrar en la final, dijo adiós a las gradas y dibujó un corazón con las manos en señal de despedida.
Las jueces comenzaron a ovacionarla y se les unió todo el pabellón ; Chusovotina compitió con un gran número 8 en el maillot.
Nacida en 1975 en Bujará, compitió para la Unión Soviética hasta su desaparición. En los Juegos de Barcelona participó con el Equipo Unificado y ganó la medalla de oro por equipos. Como uzbeka compitió en Atlanta 1996, Sídney 2000 y Atenas 2004, como alemana en Pekín 2008 y Londres 2012 y lo hizo en Río 2016 de nuevo como uzbeka.