En un hecho inédito en el deporte blanco, el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal se midieron en un juego denominado la ' Batalla de las Superficies ' el 2 de mayo de 2007.

La cancha diseñada especialmente para el evento, estaba construída de forma mixta; de un lado césped, superficie preferida por Federer (que tenía 48 triunfos) y por el otro arcilla, dónde Rafa Nadal acumulaba 72 victorias consecutivas.

Federer llegaba como ranking número 1 del mundo, luego de haber obtenido hasta ese momento, 10 títulos de Grand Slam y conseguido los últimos cuatro campeonatos de Wimbledon (03, 04, 05 y 06).

Por su parte, Nadal había conseguido dos títulos de Grand Slam ese año, los Roland Garros en las ediciones de 2005 y 2006, entre otros torneos obtenidos.

Las raquetas uno y dos del mundo, para ese entonces, se dieron cita en Palma Arena, Mallorca; ante un público que lejos de ver solo un duelo de exhibición, fueron testigos de un juego electrizante que duró más de dos horas.

 

El gran triunfador de la noche fue el español, que se impuso por marcadores de 7-5, 4-6 y 7-6 (12-10); en cada set los tenistas cambiaban de superficie y de calzado para nivelar las condiciones del juego.

Tan solo dos semanas después del evento, nuevamente los dos tenistas se volvieron a ver las caras en la final de Hamburgo, superficie de arcilla.

Pero sería el suizo Roger Federer el que impusiera condiciones, terminando con una importante racha del español sobre ese tipo de cancha.

El evento de la Batalla de las Superficies, estaba pensado para disputarse en otras ediciones, pero solo se celebró por única ocasión, quedando en el anecdotario de los amantes al deporte blanco.

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