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Aunque la escuela  de la entrenadora  Ma Jin fue muy importante en su formación como deportista, Paola Espinosa ha conseguido acoplarse a su nueva faceta como discípula del tapatío Iván Bautista.

“Son dos métodos de enseñanza completamente distintos y muy respetables. El sistema con el que trabajo ahora me gusta mucho porque el profesor Bautista es una gran persona, siempre tiene para nosotros una palabra de apoyo y eso es un gran aliciente para mí después de la pausa en mi carrera por maternidad”, dijo la clavadista.

Tras convertirse en madre de Ivana, Espinosa decidió mudarse a Guadalajara donde comparte su preparación con Iván García, su pareja.

“Estoy muy contenta porque me respalda un gran equipo, me han atendido muy bien y tengo muchas ilusiones de poder asistir a los Juegos Centroamericanos en mi mejor nivel. El proceso ha sido difícil pero avanzo un paso cada día”.

La ganadora de dos preseas olímpicas aseguró que pese a ser una de las máximas figuras del deporte mexicano tendrá que competir por un lugar para asistir a las justas del ciclo olímpico.

“Que bueno que tenga que ganarme un boleto como todos los demás. Estoy en un país donde hay mucho talento y debemos demostrar ser los mejores para tener un lugar en la selección mexicana”.

Paola aún no sabe si Tokio 2020 será su último ciclo olímpico; la oriunda de Baja California prefiere esperar a que su cuerpo lo decida.

“La decisión se tomará dependiendo de los resultados que obtenga en mis próximas competencias. Estos años voy a competir en trampolín de tres metros eso va a ser un gran reto aunque no es una prueba nueva para mí.  Hay muchas cosas que tengo que cambiar, por ejemplo tener más masa muscular y convertirme en una atleta más fuerte que sea un ejemplo para mi hija”.

Sobre el robo a su fundación la clavadista comentó que  ya se tomaron “cartas en el asunto” y que espera pronto se dé con los culpables.

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