La medalla de bronce obtenida por Gabriela Agúndez y Alejandra Orozco , en los clavados sincronizados, ha servido para que no se hable del gran fracaso de México en los XXXII Juegos Olímpicos : el taekwondo .
Briseida Acosta
y Carlos Sansores , los representantes mexicanos en esta disciplina, perdieron en la primera ronda, con lo que por primera vez en la historia México se va de los Juegos Olímpicos sin subir al podio en este arte marcial.
Incluido en el programa olímpico como deporte oficial desde Sidney 2000 , el taekwondo ha dado al país siete preseas: dos de oro, otro par de plata y tres de bronce, pero Tokio 2020 marcará la primera vez que se fracasó.
En aquellos Juegos australianos de 2000, Víctor Estrada se colgó el bronce en la categoría de más de 80 kilogramos.
Para Atenas 2004 , los hermanos Óscar e Iridia Salazar sumaron una plata y un bronce. Él fue segundo en la categoría de menos de 58 kilogramos; ella, tercera en la de menos de 57 kilogramos.
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Beijing 2008
ha sido la edición más exitosa para el taekwondo mexicano, ya que se ganaron dos oros. Uno fue de María del Rosario Espinoza , en la división de más de 67 kilogramos, mientras que Guillermo Pérez lo logró en la misma que Óscar Salazar .
En Londres 2012 , María Espinoza mantuvo la racha con un bronce, mientras que dentro de Río de Janeiro 2016 , la histórica taekwondoín se colgó la plata.
Racha que se vio cortada en Japón .
Briseida Acosta
era una de las máximas esperanzas de medalla, pero fue superada por la francesa Althea Laurin (21-3), quien fue eliminada en semifinales, por lo que la mexicana no pudo acceder al repechaje, en busca del bronce.
Situación muy similar a la de Carlos Sansores , quien sucumbió en la primera ronda con el croata Ivan Sapina (6-4), pero el balcánico se fue en la siguiente ronda, con lo que se consumó el fracaso de una disciplina que antes entregaba medallas, pero en Japón sólo dio derrotas.