Clínica de Periodismo
Tras haber cumplido con la elegibilidad que marca el recinto de los inmortales del boxeo (cinco años de inactividad), Erik Morales se convertirá mañana en el decimoquinto boxeador mexicano en formar parte del Salón de la Fama de Boxeo Internacional en Canastota, Nueva York.
A un día de sumarse a la lista que incluye a históricos como Muhammad Ali, Julio César Chávez, Rocky Marciano y Rubén Púas Olivares, el Terrible charló con EL UNIVERSAL Deportes.
“Me siento muy contento por este acontecimiento, la vida me dio muchas oportunidades y estoy agradecido”.
El cuatro veces campeón del mundo en diferentes categorías, relató que sintió mucha alegría cuando recibió la noticia de que sería inmortalizado.
“Me llamaron en diciembre del año pasado, fue algo muy emocionante”, admitió.
El tijuanense confesó nunca haber imaginado que llegaría a formar parte de este selecto grupo, en el cual también se encuentran José Sulaimán e Ignacio Beristáin, entre otras personalidades de pantalón largo
“Piensas en ser campeón del mundo una sola vez, no te fijas varios títulos, es algo que ves muy lejano como deportista [multicampeón] y sólo quieres aspirar a ser alguien en la vida, pero el destino me dio la posibilidad.”
El Terrible estará acompañado en la ceremonia por sus familiares más cercanos, como sus cuatro hijos, además del presidente del CMB, Mauricio Sulaimán y el ex boxeador Óscar de la Hoya.
El tijuanense se convirtió en leyenda del boxeo debido a su trilogía de combates con su archirrival y amigo, Marco Antonio Barrera, incluido en el Salón de la Fama en 2017, y contra el filipino Manny Pacquiao.
Pese a haber disputado grandes peleas, el ahora candidato a diputado por Morena, cree que pudo dar más de sí.
“Como en todos lados, puedes hacer siempre mejor las cosas, pero al final del día, lo que tocó, tocó, y lo que se vivió, se vivió, y ni modo, así fue, pero estoy satisfecho”, dijo Morales.
Confesó que el boxeo le regaló muchas cosas, “me dio una vida mejor, y gracias a eso tuve muchas oportunidades, pero también me quitó, me mantuvo muy alejado de mi familia”.