A lo largo de su carrera profesional, la cual inició en 2001, Rafael Nadal ha sido campeón de 17 Grand Slams. El triunfo por paliza ante el griego Stefanos Tstitsipas en la semifinal del Australian Open , significará la final 24 del mallorquín en torneos grandes.
Si bien son números inigualables, a Rafael Nadal no le acomoda bien la superficie del Rod Laver Arena, en donde solamente ha ganado en una ocasión el torneo, precisamente, en 2009.
Pero sería fácil quitar mérito al español por solo tener un título en 13 participaciones en el torneo que se juega en la ciudad de Melbourne. Nadal ha alcanzado cuatro finales, tres de ellas, derrotado.
El número dos del ranking del ATP ha tenido un Australian Open arrollador. El joven sensación Tsitsipas no fue rival para Nadal. Ni se diga de Thomas Berdych o de Frances Tiafoe, todos a la merced de Rafa.
Nadal
ha terminado sus encuentros por la vía rápida. No ha perdido ningún set y parece estar cien por ciento recuperado de las lesiones que lo han molestado en los pasados meses.
Ha lucido determinante, avasallador y rápido. Ahora tendrá un día extra de descanso y a esperar a su rival final. Novak Djokovic enfrentará en la madrugada al francés Lucas Pouille, otra sorpresa del certamen.
El serbio ha lucido bien durante el torneo. Ha perdido dos sets, aunque igual que el español, ha avanzado caminando hasta las últimas instancias.
El número uno del mundo representaría una gran amenaza para Nadal . La cancha dura es la que más acomoda a Nole. Seis títulos en Australia y tres en el US Open lo respaldan.
Además, en esa superficie, el de Belgrado se ha impuesto en 14 ocasiones, por cinco de el Manacor.
Una derrota ante Lucas Pouille representaría una gran decepción para Djokovic . El francés ha pasado sobre jugadores Top como Milos Raonic y Borna Coric, pero su suerte parece haber terminado. Tendrá a todo el Rod Laver Arena en su contra.