Paola Longoria
vivió un fuerte golpe anímico la semana pasada, al perder la final del Selectivo Nacional de Raquetbol , después de 13 años consecutivos como la campeona, situación que podría entenderse a ciertas distracciones que —al parecer— tiene fuera de la cancha.
Resulta que, durante las más recientes semanas, a la potosina se le ha visto distraída, como si hubiera algo que atrapara más su atención que el entrenamiento y las tácticas que debe emplear para mejorar su de por sí alto nivel de juego.
Por si fuera poco, ha dejado de ser esa chica que otorgaba fácilmente entrevistas y ahora hasta pide que se contacte a su publirrelacionista. ¡Qué extraño!