En menos de 48 horas, José Antonio Flores , presidente de la Federación Mexicana de Tenis (FMT), fue destituido por una mayoría de los presidentes de asociaciones estatales el pasado miércoles alrededor de las cuatro de la tarde. A esa misma hora, pero 24 horas después, otro grupo de socios y de presidentes de asociaciones estatales lo reeeligieron como presidente en un caso insólito, pero que también revela una fractura en la federación.
Diecinueve presidentes de asociaciones estatales se reunieron en una junta extraordinaria en la Ciudad de México el miércoles y 14 de ellos, los que tenían derecho a votar porque el resto de ellos estaba suspendidos, decidieron unánimemente destituirlo y, a la postre, que momentáneamente se quedara como presidente interino Mario Alberto Chávez, uno de los vocales de la FMT.
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Sin embargo, la junta extraordinaria fue trompicada desde un inicio. Cinco horas antes de que iniciara, dos abogados acompañados de un grupo de personas no identificados irrumpieron en el lugar. Hubo empujones, gritos y finalmente los abogados intentaron entregar un amparo en el que, según ellos, declaraban ilegal la junta extraordinaria.
El abogado de Chávez, presente en la junta, dijo que no habían recibido tal amparo, pese a que éste quedó abandonado en una de las mesas que estaban fuera del Salón donde se realizó la reunión.
“El amparo fue promovido por el presidente de la Asociación del Estado de México”,
sostuvo el presidente de la Federación Mexicana de Tenis en entrevista con este diario. Luis Enrique Flores , su hermano y presidente de dichas asociación, fue quien promovió dicho recurso legal.
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Casi 24 horas después, el controvertido presidente se reunió en Campeche con un sector de asociaciones que están en su favor en Campeche para realizar una asamblea ordinaria, en la que celebrarían una votación para su reeleción. Ahí, Flores y el resto de los asistentes desconocieron que estuviera destituido.
Flores
contó a esta casa editorial que fueron 13 presidenes de asociaciones estatales “y una mayoría de socios” los que votaron unánimente por su reelección y que, supuestamente, le dará otros cuatro años al frente de la FMT.
Así, el tenis mexicano se encuentra en incertidumbre. Por un lado, con un presidente interino reconocido por la mayoría de asociaciones estatales; y, por otro, con un presidente que fue reelegido por minoría de sus presidentes estatales y que su hermano tramitó un amparo para salvarlo de una destitución, en teoría, inminente.
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